La reaparición de Tito, el guitarrista y vocalista de Molotov, ha impactado por la crudeza de su testimonio: “Entré a un proceso de autodestrucción”, narró el música en una entrevista en la que llamó la atención su dificultad para hablar.
Desde marzo pasado, Tito se retiró de los escenarios de manera abrupta, y su lugar en Molotov fue ocupado por su amigo y colega Jay de la Cueva.
Su regreso se da ahora después de 11 cirugías y tres días en coma debido a su largo proceso de adicciones. El músico recupera su salud de a poco pero por ahora se mantiene en el estatus de retirado del rock and roll.
Molotov nació en la década de los 90 como el grupo de hip hop por antonomasia en México. Nadie como ellos logró criticar, satirizar y escandalizar con temas a la vez desmadrosos y profundos.
“Frijolero”, por ejemplo, se convirtió en un grito de unidad para los migrantes mexicanos que viven en Estados Unidos y su vigencia ha hecho que en este 2025 Belinda haga una nueva versión.
La canción que escandalizó a Estados Unidos
No sucedió lo mismo, sin embargo, con otras de sus canciones, como “Pu*o”, a la cual Tito y la banda siempre han defendido como una expresión mexicana para definir a los cobardes y los mafiosos.
Pero con el paso de los años, la comunidad LGBT la señaló como un elemento de discriminación y hasta violencia. Cristian Chávez, integrante de RBD, llegó a contar que en los antros cuando se escuchaba la canción, él se tenía que esconder en el baño porque el público se tornaba violento.
Molotov se enfrentó en Estados Unidos a esa polémica. Durante una gira en 2013 por 25 ciudades de Estados Unidos, la GLAAD (Gay and Lesbian Alliance Against Defamation) promovió una campaña en contra de Molotov con la consigna de que NO cantara esa rola en los shows.
El reclamo fue creciendo con cada concierto y para el último show, realizado en Nueva York, la GLAAD amenazó con boicotear el concierto.
¿Molotov censuró su canción?
Tito y su banda tuvieron que negociar. Molotov se comprometió a hacer una donación a asociaciones que luchan contra la discriminación y la homofobia en Estados Unidos e hicieron el compromiso de omitir la palabra en la canción.
La noche del concierto cumplieron su promesa... a medias. Es decir,, que cada vez que sonaba el coro con la palabra, Tito alejaba el micrófono para que se escuchará la voz del público, que la gritaba a todo pulmón.
Tito explicó más tarde que su intención no era generar un discurso de odio con la canción pero que tampoco se podía permitir la censura.