Hubo una época en la que el país entero se detenía para ver telenovelas. La cena se servía más temprano, el tráfico parecía calmarse y los televisores se encendían con devoción. No existían plataformas digitales ni maratones de series: había que esperar un día entero para saber si la protagonista de la historia encontraría a su hijo o si despertaría del terrible coma que marcaría su vida.
Las telenovelas no sólo contaban historias; nos unían, nos conmovían y, sobre todo, nos arrancaban el corazón. En México, las décadas de los 70, 80 y principios de los 90 fueron la época dorada de los melodramas, siendo los 80 la década clave que consolidó las historias más memorables.
Televisa, con sus icónicos foros de San Ángel, construyó un universo que marcó generaciones. Este viaje por la memoria rescata algunas de las telenovelas que nos hicieron llorar, gritar, enamorarnos e incluso dormir con miedo. Porque, si algo sabíamos entonces... era sufrir con estilo.
AMOR EN SILENCIO, (1988)
Esta tierna historia posicionó a dos primeros actores: Erika Buenfil y Omar Fierro. En la primera etapa, el galán fue Arturo Peniche. Impactante porque, a mitad de la historia, mataban a los protagonistas el día de su boda... La trama continuaba con la hija de ambos y un jovencito sordomudo, interpretado por Omar Fierro.
AL ROJO VIVO, (1980-1981)
Protagonistas: Alma Muriel, Frank Moro, Silvia Pasquel. Una trama moderna para su época, con infidelidades, celos y una protagonista compleja.
EL DERECHO DE NACER (1981-1982)
Protagonistas: Verónica Castro y Sergio Jiménez, y coprotagonizada por Erika Buenfil y Humberto Zurita. Basada en la radionovela cubana. Una mujer lucha contra una sociedad conservadora para tener a su hijo fuera del matrimonio.
BODAS DE ODIO (1983-1984)
Protagonistas: Christian Bach, Frank Moro y Miguel Palmer. Una historia intensa de matrimonio for zado, traición y amor imposible. Fue tan exitosa que fue adaptada años después como Amor real.
DULCE DESAFÍO (1988-1989)
Protagonistas: Adela Noriega y Eduardo Yáñez. Ambientada en un internado para señoritas rebeldes, tocaba temas como anorexia, bullying y relaciones familiares tensas.
PRINCIPESSA (1984-1986)
Protagonistas: Irán Eory, Angélica Aragón, Alma Muriel, Hilda Aguirre, Cecilia Camacho y Anabel Ferreira. La historia de varias mujeres que trabajaban en un salón de belleza. Pionera en mostrar la vida cotidiana de mujeres independientes.
MONTE CALVARIO (1986)
Protagonistas: Edith González y Arturo Peniche. Una joven huérfana que enfrenta injusticias tras enamorarse del hombre equivocado. El tema musicalfue todo un éxito.
Los ricos también lloran, (1979-1980)
Protagonizada por Verónica Castro y Rogelio Guerra, esta telenovela no sólo fue un éxito en México, sino un fenómeno global. Escrita por Inés Rodena y adaptada por Valeria Phillips, Los ricos también lloran fue la primera telenovela mexicana en conquistar Europa del Este y Rusia, donde se transmitió en 1982 con un doblaje que convirtió a Mariana en un nombre familiar en Moscú.
Cuna de lobos, (1986-1987)
Catalina Creel (María Rubio) fue la villana más temida y venerada de la televisión mexicana. La producción de Carlos Téllez y la dirección de Carlos Olmos crearon una narrativa de suspenso que rompió todos los esquemas antes vistos. Catalina fingió durante años haber perdido un ojo para manipular a su familia.
Vivir un poco, (1985-1986)
Una de las historias más intensas y menos recordadas por las nuevas generaciones. Vivir un poco, protagonizada por Angélica Aragón y Rogelio Guerra, fue un thriller psicológico que exploraba la injusticia, la memoria y el perdón. Andrea Santos pasó 20 años en prisión por un crimen que no cometió.
Quinceañera, (1987-1988)
Cuando Adela Noriega y Thalía entraron en escena como Maricruz y Beatriz, respectivamente, nadie imaginó el impacto cultural que tendría Quinceañera, una producción de Carla Estrada que rompió moldes. Fue la primera telenovela juvenil en México y abordó temas considerados tabú en su momento: drogas, violencia, violación, aborto y diferencias de clase, lo cual resultaba escandaloso.
EL EXTRAÑO RETORNO DE DIANA SALAZAR, (1988-1989)
Un verdadero experimento narrativo para su época. Con Lucía Méndez como protagonista y un guion que fusionaba reencarnación, poderes paranormales, historia colonial y thriller. Diana Salazar tenía sueños extraños, visiones, y poderes psíquicos... porque había sido quemada en la hoguera en su vida pasada como Leonor de Santiago. La escena en que los ojos de Diana se tornaban amarillos cuando su poder se activaba es inolvidable.
ROSA SALVAJE, (1987-1988)
Rosa es una joven ingenua y con poca educación que cuando alguien la molesta responde hasta con golpes, por eso la llaman “salvaje"; se enamora de Ricardo Linares (Guillermo Capetillo), un joven noble y de buena posición económica, pero tiene dos hermanas que no quieren a Rosa y le hacen la vida imposible.
CHISPITA, (1982)
Lucerito era Chispita, una niña huérfana que buscaba a su madre y encontraba amor en una familia rota. Esta telenovela infantil fue un éxito rotundo y consolidó a Lucero como la estrella infantil más importante de su generación. Lucero, con apenas 12 años, demostró un talento maravilloso que marcaría su carrera.
CARRUSEL, (1989-1990)
Adaptación mexicana de la historia argentina Señorita maestra, Carrusel nos llevó al salón de clases más querido de la televisión: el de la maestra Ximena, interpretada por Gabriela Rivero. Fue un fenómeno infantil sin precedentes que narraba las aventuras de un grupo de niños de diferentes clases sociales, con personajes entrañables como Cirilo, María Joaquina, Jaime Palillo y Valentín.