Romina Mircoli ha tenido un año entre el dolor y los juzgados.
La muerte de su madre, la cantante Dulce, el 25 de diciembre de 2024, la obligó de pronto a estar en el ojo mediático.
Primero tuvo que enfrentar las acusaciones de Ofelia Cano, amiga de Dulce y que aseguró que Romina maltrataba a su madre y que “la dejó sola en el hospital” en sus últimos días.
A la tormenta se sumó la aparición de Francisco N, un hombre que asegura que tuvo una relación con Dulce en sus últimos años y que también acusa a Romina de haber maltratado a la cantante.
Ambos pleitos crecieron hasta convertirse en denuncias legales: Romina ha logrado una orden de restricción contra Ofelia Cano y está en proceso de llevar a juicio a Francisco N por amenazas.
“Hay gente que no cree que hay justicia en México. Sí hay justicia, solo hay que ser pacientes”, dijo Romina en una entrevista con el programa De primera mano.
Ahí mismo, Mircoli recordó a su madre ahora que está a punto de cumplirse un año de su muerte.
“Es muy difícil pero no me he derrumbado porque un amigo me dio un consejo, me dijo que tengo que mantenerme de pie por lo que sí tengo, por mi hijo, por mi esposo”.
El recuerdo de Dulce
Romina Mircoli y Dulce en efecto tuvieron un distanciamiento años previos a la muerte de la cantante. Pero Romina explica que fueron problemas que superaron y que ella siempre se mantuvo cerca de su madre cuando enfermó y tuvo que ser internada en un hospital en diciembre del 2024.
Actualmente, una de las mayores preocupaciones de Romina es mantener vivo el legado y el ejemplo de su madre.
Pero en el plano personal, confiesa que la ausencia de Dulce es algo que todavía no supera.
“Nuestros padres nos enseñan a caminar, a comer, a todo, pero lo que no nos enseñan es a vivir sin ellos”.