“Yo dije ‘el número ideal de chavitos son tres’… y deseo concedido”.
La actriz Lorena Rojas perdió la vida el 16 de febrero de 2015, en Miami, Florida, tras darle batalla a un cáncer metastásico en huesos e hígado que se originó en la mama.
Rojas siempre buscó ser madre, por ello, tras haber superado su primer diagnóstico de cáncer, analizó sus posibilidades y terminó adoptando a una niña.
El sueño duró mes y medio, pues fue el tiempo que compartieron Lorena y Luciana, quien tenía un año y tres meses cuando se la entregaron.
Lorena puedo estar acompañada de su madre y horas antes se despidió de su hija y su hermana Mayra.
Sin embargo, Lorena no supo que de alguna forma cumpliría un deseo de su hermana.
En una invitación a ‘Montse&Joe’, Mayra recordó cómo su idea de tener tres hijos se cumplió, pero con la hija de su hermana.
“Yo tenía desde muy chavita la idea de, como yo fui feliz con mis dos hermanos, yo dije ‘el número ideal de chavitos son tres’… y deseo concedido. De repente tengo a Ivana, luego adopto a Fabián, es una experiencia divina todo el numerito feliz. Y de repente fallece mi hermana con un bebé de un año tres meses, pero Lorena tenía cáncer, no podía generar un bebé porque tu cáncer se alimenta de tus propias hormonas”, le contó Mayra a Montserrat Olivier y a Yolanda Andrade.
La también actriz compartió que Lorena buscaba tener a su propia hija, pero ante su padecimiento, aparentemente superado, su cuerpo no estaba al cien por ciento, por ello la quiso convencer de adoptar.
“Ahí esta Fabián (su segundo hijo), adopta. Me protestó. Y al final de cuentas dijo, ‘okey, voy a adoptar’. Y Lorena vivió su proceso de adopción y de ahí está Luciana”, rememoró Mayra.
Posteriormente, externó cómo fue hacerse cargo de Luciana, una decisión de vida que le colocaron en las manos, de la que dice no arrepentirse, pero que llegó inesperadamente bajo un deseo al universo de que tres hijos “son el número ideal”.
“Y pues muere Lorena y mi mamá dijo ‘ay, mi reina, va, a usted le toca’, y pues ‘sí, claro, o sea no había otro camino. Tengo amigos que me dicen ‘pudiste haber dicho que no’ y ahorita de repente digo ‘por qué no dije que no’”, dijo entre risas.
Y destacó que “lo que pasa es que ser mamá es una tarea titánica, es agotadora, es maravillosa, pero es una ilusión óptica, es muy cansado y llega a mi vida Luciana cuando yo cumplo 50 años”, haciendo énfasis en que ya tenía menos energía para el cuidado de una bebé.
Mayra estuvo casada durante 10 años con el también actor Octavio Burgueño, con quien procreó a Ivanna en 2002, y en 2006 adoptaron a Fabián. Luego, mantuvo una relación de 10 años con Francisco Ramírez, quien le ayudó ese tiempo con el cuidado de sus tres hijos, sin embargo, desde 2019 se hace cargo en solitario.
A pesar de cómo se dieron los hechos, Mayra dijo que su hermana Lorena nunca le confirmó que le encargaba a su hija Luciana, porque sería darse por vencida, pero al ser su hermana y comadre, estaba todo dicho. Pues ella sería la responsable de darle una buena vida a su sobrina.
“Yo siendo Lorena no te voy a decir: ' Te dejo a mi hija’ porque yo no me estoy dando por vencida. Lorena nunca se sintió derrotada. Eso estaba más que hablado . Yo le dije a mi hermana: ‘El día que yo no esté, están ustedes dos, mi hermano y tú, para que se hagan cargo de mis hijos... Yo sé que cuento con ellos , no lo tengo que firmar. Eso ya estaba implícito”, reveló.
Asimismo, Mayra narró cómo fueron los últimos días de su hermana Lorena, de quien no se despegó cuando estuvo en el hospital. Y que la querida actriz nunca se dio por vencida, siempre quiso salir adelante de su enfermedad.
Actualmente, Luciana tiene 12 años de edad, y Mayra la mantiene alejada de los medios de comunicación.