“Nos fuimos de reventón en la noche… y de repente siento algo y digo ’ya me voy’…”.
El presentador de ‘Con Permiso’, Pepillo Origel, no titubea en admitir que odia la Navidad, y lo hace porque en estas fechas sufrió de una irreparable pérdida que no supera y que ocurrió exactamente un 24 de diciembre.
Origel recordó que la madrugada del 25 de diciembre de 2004 se encontraba en Brasil cuando recibió una llamada que cambió el rumbo de su vida.
Fue en una entrevista con Yordi Rosado que Pepillo relató porqué no estuvo con su familia aquel año, siendo que cada Navidad la pasaba en su natal Guanajato, a petición expresa de su mamá.
En 2004, Juan José era titular del extinto programa ‘La Oreja’, y tras fuertes cargas de trabajo, el productor le anunció que tendría tres semana de vacaciones, hecho inusual que Origel aprovechó para visitar varios países de Suramérica con amigos.
Sin embargo, el conductor recuerda que tras pedirle permiso a su mamá de ausentarse de las fiestas, ella organizó una cena previa con todos sus hijos y nietos reunidos.
Ya en sus vacaciones, el conductor recuerda que “andaba en Iguazú. Yo hablé con mi mamá a las 9 de la noche… y mi mamá perfecta, hasta me preguntó ‘oye, ¿te subiste al helicóptero a ver las cataratas? Porque fíjate que yo fui con tu papá y nos cobraron… (recordó) todo perfecto”.
Con la tranquilidad de saberla bien, Pepillo se fue de fiesta con sus amigos, pero en un momento de la noche tuvo una sensación extraña.
“Nos fuimos de reventón en la noche… y de repente siento algo y digo ’ya me voy’… y resulta que mi mamá se había muerto. Lo presentí”, reveló el comunicador.
No fue sino hasta el día siguiente que un sobrino de Pepillo le comunicó la noticia y aunque no quiso afectarlo y únicamente le dijo que estaba grave, él sabía que su mamá ya había trascendido.
La última conversación entre Pepillo su mamá ocurrió el mismo día de su muerte. Desde Brasil, el presentador pudo despedirse por teléfono, diciéndole: “Te amo, mañana te hablo. Bye, bye, bye”.
La familia se encontraba reunida en León, Guanajuato, compartiendo la cena navideña cuando doña Teresa Padilla comenzó a sentirse mal y fue llevada a su recámara, donde perdió la vida.
“Me volví loco (…) salí a una terraza y ahí lloré como loco”, recordó Pepillo, quien pudo volver a México tras varios días, por lo que pidió hicieran los funerales y a su arribo hizo un ritual de despedida.
Doña Teresa padecía de enfisema pulmonar y en dos momentos previos a su muerte presentó crisis que llevaron a Pepillo a pensar que podía morir, sin embargo un vidente le confirmó que su deceso no ocurriría sino hasta que se cumpliera un tercer evento desfavorable en su salud.
Pepillo niega ser ‘amargado’ por odiar la Navidad
Su confesión generó críticas en redes sociales, donde fue calificado de “amargado”, por lo que el conductor aclaró:
“No es porque sea un amargado, como me dijeron, es porque en Navidad murió mi mamá y en esta fecha siempre me acuerdo. Ya no sé ni cuántos años hace que pasó, pero me acuerdo”, compartió.
Finalmente, su compañera Martha Figueroa le expresó que nadie debería sentirse obligado a disfrutar de las fiestas ni a justificar sus sentimientos.