“Todas las grandes estrellas querían aparecer en la serie”, recuerda Pedro Torres para ejemplificar el éxito que representó la versión mexicana de “Mujeres Asesinas”.
Este serial, dice el productor, fue el primero que se compró en México y surgió luego de un viaje que hizo a Argentina para “ver guiones”. La primera temporada reunió a estrellas consagradas como María Rojo, Isela Vega y Leticia Calderón pero también a actrices que comenzaban a ganar popularidad en esa época como Damayanti Quintanar. El año era 2008.
Sin embargo, el gran sueño de Pedro Torres era reunir a Verónica Castro y Lucía Méndez, las actrices más populares e internacionales de las telenovelas mexicanas.
La rivalidad entre ellas ha sido siempre un misterio. Las pocas veces que se encuentran en eventos públicos son cordiales y, por ejemplo, en Youtube se puede encontrar una entrevista en la que Maxine Woodside logró reunirlas hace 10 años... pero solo con Lucía en el estudio y Verónica por teléfono.
La Vero asegura en esa entrevista que Lucía se negó a ser madrina en uno de sus programas de variedades nocturnos mientras que La Méndez la acusó de no algunos comentarios negativos en contra de su hijo. Todo, sin embargo, fue en un tono de ironía y buena onda.
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La verdad de Lucía Méndez y Verónica Castro en “Mujeres Asesinas”
Lucía Méndez y Verónica Castro aparecieron juntas, efectivamente, en “Mujeres Asesinas”... pero solamente en la presentación de la serie.
Ambas con vestuarios en blanco, bromearon frente a las cámaras, simularon que se jaloneaban el cabello y que se enfrentaban con el rostro enojado.
Lo que logró Pedro Torres dentro de “Mujeres asesinas” es que las actrices participaran, cada una, en su propio capítulo estelar.
“Ema costurera”
Verónica Castro cerró la primera temporada de “Mujeres asesinas” con este episodio dirigido por Carlos García Agraz.
Se trata de la historia de una mujer que vive con su esposo (Héctor Suárez) en una situación límite ya que las imposiciones del marido la hacen vivir casi como esclava.
La situación se convierte en asfixiante para Ema cuando unos ladrones roban el taller, le disparan a su marido y éste queda paralítico. Entonces, poco a poco y con cada maltrato que recibe, Ema acumula suficiente ira para convertirse en Mujer Asesina.
“Cándida esperanzada”
La esperanza de Cándida es dejar la calle. Ella es una prostituta cansada de ir y venir por o que tiene la fija idea de cambiar su vida. Cuando está a punto de lograrlo, este personaje interpretado por Lucía Méndez recibe un duro golpe de parte de los dos hombres que la manipulan.