El Baby’O ya tiene su documental. N+ produjo el testimonial “La noche eterna” en el que que sintetizan casi 50 años de historia de este lugar cuya vigencia le ha dado para llevar primero el mote de “discoteca” pero también de “antro”, según la época de la que se hable.
Entre las decenas de entrevistas que se hicieron para reconstruir la historia del Baby’O destacan los artistas mexicanos que la frecuentaron sobre todo hacia finales de los años y durante las décadas de los 80 y 90.
Se trata de estrellas de la música pero también de la televisión, incluyendo a Verónica Castro, que en esa época era la reina de las telenovelas en México.
La Vero iba al Baby’O casi desde su inauguración en 1976, apenas un año después de haber dado a luz a su primer hijo, Cristian.
“Yo era casi parte del mobiliario del Baby’O”, dice Castro con cierto orgullo.
Pero si Cristian nació en 1974 y el Baby’O abrió en 1976 ¿cómo fue posible que la actriz fuera una cliente tan frecuente?
¿Acaso las actividades de madre no le impedían salir de noche?
La historia real de Cristian Castro en el Baby’O
La propia Verónica Castro lo explica dentro del documental en una entrevista en la que narra cómo eran aquellos años.
“A mí me gustaba mucho bailar. A veces yo no traía pareja pero entonces los muchachos (los meseros) que eran como una familia, me tenían mi mesa en un rincón, mi botella y me ponía a ver cómo bailaban los demás”.
¿Y Cristian dónde estaba? Pues con ella.
no lo dejaba en guardería o encargado, sino que se lo llevaba a esa discoteca que con el paso de las décadas se convirtió en referente del entretenimiento en México.
“Yo venia con Cristian a Acapulco; y en las noches pues quería salir ... y ¿qué hacía con Cristian? Ni modo de dejarlo en el hotel, no me atrevía a encajárselo a nadie. Entonces me lo traía en el bambineto”, cuenta La Vero.
En el Baby’O, Verónica Castro fue una asistente constante. Cuando estuvo cerrado, se hizo viral un video de ella pidiendo por favor que lo volvieran a abrir.
Y sobre aquellos años en que Cristian Castro “asistió” a la discoteca en bambineto, la actriz recuerda:
“Lo trepaba yo donde estaba el sonido y ahí se quedaba dormidito; le ponía la mamila, le decía: mi vida a dormir, me voy a bajar a echar una bailadita”.
Ahora que lo mira a la distancia y a la luz de la historia, La Vero se da cuenta de que era un despropósito lo que hizo para disfrutar de aquellas buenas épocas.
“Bueno, van a decir: "¡qué mamá tan loca!” Pero me gustaba mucho bailar”.
El documental se estrenó este miércoles en ViX.