La relación de Silvia Pinal con Emilio Azcárraga Milmo la cuenta ella misma en su autobiografía: vivieron un amor tórrido, luego una decepción profunda y terminaron siendo buenos amigos.
Hay todo un capítulo dedicado el empresario dueño de Televisa en su libro para narrar su noviazgo pero también aparece esporádicamente a lo largo de su vida en otros episodios importantes.
Sucede así, por ejemplo, durante el terremoto del 85, el más devastador del siglo XX en México y que provocó el derrumbe de edificios emblemáticos, incluyendo las instalaciones de Televisa en avenida Chapultepec, desde donde se transmitían los noticiarios.
Emilio Azcárraga y Silvia Pinal durante el terremoto del 85
Silvia Pinal narra que aquel 19 de septiembre fue un día terrible para Azcárraga Milmo:
“Me miró, no podía contener el llanto, fue de las pocas veces que lo vi llorar. Con desesperación, me decía: “Mi gente está ahí atrapada, Quién sabe cuántos estén con vida"".
El pasaje de ese trágico momento está en la autobiografía de Pinal, quien recuerda que incluso en ese momento, el empresario lo que hizo fue preocuparse por ella, ya que le preguntó por “su teatro”.
En realidad Silvia Pinal no era dueña de ningún teatro en aquella época. Su primera aventura como dueña de un foro sería hasta cuatro años después; pero en ese momento se dio cuenta de que Azcárraga se refería al lugar en el que estaba presentando “Mame”.
“Estaba tan aturdida que entendí a lo que se refería. "¿Mi teatro?” Y sí, de manera coloquial se dice “tu teatro” cuanod alguien está protagonizando una temporada, yo estaba en Mame. La cartelera de los llamados Televiteatros decía SILVIA PINAL es Mame... y una figura grandísima de mí, caracterizada como mame, con cigaroo y estola, anunciaba la temporada”.
Así encontró Silvia Pinal el teatro de “Mame”
La actriz cuenta que al llegar al lugar “me quise morir, la impresión fue horrible”.
Algunas fotos de aquel día quedaron como testigos de lo que vio Silvia Pinal aquel día.
La diva del cine mexicano cuenta que incluso llegó a entrar a las ruinas para ver todo destruido, la escenografía hecha pedazos y el vestuario destrozado.
Tras recorrerlo en compañía de un brigadista, Pinal recordó a Emilio Azcárraga: volvió con él y se fueron juntos a Televisa San Ángel, las otras instalaciones de la televisora.
“De inmediato me incorporé a una de las brigadas para alimentar a los rescatistas y permanecí ahí el tiempo que fue necesario”.