Cuando Alejandra Guzmán comenzó a ganar dinero en su carrera como cantante, lo primero que hizo fue salirse de la enorme casa del Pedregal de su madre Silvia Pinal. O como ella le decía en aquella época: “La Pinal”.
Se lo decía no como un halago, sino como un reproche ya que consideraba que la gran diva del cine mexicano ponía mucho más empeño en vivir su carrera de artista que en procurar su rol de madre con ella, Viridiana y Luis Enrique.
Por lo menos así lo retrató la cantante en su bioserie “La Guzmán”.
“Tú me lo dijiste mamá: no me soportas”, le gritó Alejandra a Silvia cuando tuvieron uno de sus peores crisis como madre e hija.
Lo que pasó después es que Alejandra conoce a Kenny, la vocalista de Kenny y Los eléctricos, con quien comienza a ganar dinero trabajando de corista.
Se compra un coche (un vocho rojo) y luego se sale de aquella casa del Pedregal que fue siempre el sueño de Silvia Pinal, con su alberca interior y su estilo rústico que da la sensación de vivir en medio de un ambiente natural.
¿Por qué Alejandra Guzmán se fue de la casa de su madre?
Eso fue un duro golpe para La Pinal, quien además en esa misma etapa descubrió que la cantante comenzó a tener problemas de adicciones.
En la dramatización que se hace en la mencionada bioserie, Silvia Pinal habría dicho: “La vida de Alejandra se va a descarrilar muy pronto”, cuando supo que se fue de la casa.
En la vida real, a partir de su triunfo como cantante, Alejandra regresó a vivir ocasionalmente en varias temporadas a la mansión del Pedregal, sobre todo después de alguna ruptura amorosa.
Cuando Silvia Pinal murió, el 28 de noviembre de 2025, y se abrió el testamento, se supo que lo que se conoce como la mansión del Pedregal se dividió en tres partes para sus hijos Sylvia Pasquel, Luis Enrique y Alejandra Guzmán.
Pero la parte principal de la casa, la habitó la Pinal, fue para Alejandra. Sí, Guzmán heredó la casa de la que siendo adolescente huyó para buscar su éxito lejos de lo que ella llamaba “la sombra de La Pinal”.