Tras su nominación como Mejor actor principal en un musical, Aldo Guerra comparte en exclusiva para TVyNovelas el significado de este reconocimiento:
“Me siento muy feliz, muy orgulloso. Esto se ha vuelto un espacio mágico para mí; dar función en un proyecto que te empieza a dar tanto es muy especial. Hoy siento que estoy cosechando muchas cosas gracias a él y le estoy correspondiendo de la misma manera”.
La obra Asesinato para dos ha llevado a Guerra a reencontrarse con disciplinas que creía olvidadas: “Fue un proceso difícil de casting; fueron tres meses de audiciones. La preparación era muy exigente porque había un filtro de tocar el piano, y yo llevaba diez años oxidado. Fue desempolvar mis talentos, volver a disciplinarme, y salió. Desde el principio, este proyecto me retó”.
En “Asesinato para dos”, Aldo Guerra interpreta a 11 personajes, lo que para él ha significado un gran reto:
“Cuando estábamos ensayando, yo pensaba que lo más difícil era la parte del piano. Una vez que quedó eso, me di cuenta de que lo más difícil era lo que venía: crear 11 personalidades distintas con voces diferentes, que tuvieran características diversas y que se vieran distintas. Esa fue la chamba más dura, definitivamente. Afortunadamente, al lado de Anahí Allué logramos ir desmenuzando de a poquito. Fue un proceso muy divertido, de mucha frustración también; de sentirme incapaz, tonto y de creer que no tenía las herramientas suficientes. Pero confié muchísimo en el trabajo y en la disciplina, y salió algo muy divertido”.
Sobre la frustración que llegó a sentir durante su proceso de preparación, Aldo se sincera: “Soy el peor, muy poco paciente con mi ineptitud. Soy alguien a quien se le dan las cosas fáciles; siempre que intento algo, me sale rápido. Entonces, cada vez que me enfrento a no sentirme tan bueno o tan capaz, trabajo muchísimo conmigo para manejar la frustración. Esta obra, en específico, me confrontó con eso, pero logré no quedarme atorado en eso”.
“SOY MI PROPIA FUERZA, MI PROPIO ARTISTA": Aldo Guerra
Aunque siempre se ha sentido orgulloso de la herencia actoral de su padre Rogelio Guerra, Aldo asegura que está logrando cimentar su propia carrera: “Siento que este momento es mi gran transición. Para cualquier persona que dudaba de si estaba aquí por un dedazo o por ayuda, creo que les estoy dejando muy claro que no; que yo soy mi propia fuerza, que soy mi propio artista.
“Lo hermoso es que crecí en una familia de artistas que pudo encaminarme y me ayudó a encontrar mi pasión mucho más rápido. Pude encontrarla de niño gracias a haber nacido en esta familia; si no, quién sabe qué hubiera pasado”.
Aldo es claro al mencionar que haber heredado la profesión de su padre, más allá de las comparaciones, le ha traído situaciones muy positivas. “Encontré una pasión en la actuación y la comparación nunca me ha molestado; siento que más bien me ha abierto puertas”.
“Que me asocien con mi papá sólo me ha beneficiado, y yo lo agradezco. Lo tengo clarísimo. He heredado amores: toda la gente que quería mucho a mi papá viene, me lo dice y me brinda ese amor, y yo lo acepto. Eso es muy bonito. No ha sido más difícil por ser hijo de, pero sí observo la presión que viene con el apellido. Siento que, justo con este proyecto, ya no tengo nada más que decir: me he ganado mi lugar por ser yo, no por ser hijo de nadie más”.