En el medio del espectáculo existe una mujer que ha sabido conquistar no sólo el volante de un tráiler, sino también el corazón de varias generaciones. A sus 71 años, Rosa Gloria Chagoyán camina con paso firme, voz clara y mirada luminosa. Ícono indiscutible del cine mexicano de acción de los años 80, la eterna Lola la trailera demuestra que su historia está lejos de haber concluido.
Durante una conversación con TVyNovelas, la actriz confesó con una sonrisa franca y una naturalidad desarmante: “Yo todavía manejo el tráiler, ahora con más capacidad, con más experiencia... los tracto camiones nuevos ya vienen automáticos, han mejorado mucho, no necesitas estar cambiando las 18 velocidades como se hacía antes”.
No lo dice con presunción, sino con la satisfacción de quien ha hecho de su personaje un estilo de vida, un símbolo de fortaleza y rebeldía femenina que hoy cobra nueva vida en una era digital.
“MI MARIDO ME CUIDA Y ME PROTEGE": Rosa Gloria Chagoyán
Esa fidelidad a su espíritu luchador es la que la impulsa ahora a retomar, junto a su esposo y cómplice creativo, Rolando Fernández López, la producción de una bioserie inspirada en Lola. El proyecto, interrumpido por la pandemia, ha recobrado impulso y se plantea como una obra ambiciosa, pensada para plataformas digitales y con una clara intención de resonar entre las nuevas generaciones.
La propuesta, que aún se encuentra en desarrollo, apostará por una narrativa que combine acción, música y crítica social, con énfasis en problemáticas como la migración, la trata de personas y la violencia de género. Todo ello, claro, sin traicionar la esencia del personaje. “Queremos que mantenga ese espíritu que siempre ha tenido Lola”, explicó Rosa Gloria, quien no sólo protagonizará el proyecto, sino que también se involucra directamente en su diseño conceptual.
Al igual que las películas originales, la serie incluirá actuaciones musicales y toques de humor, en un formato que recuerda a esos entrañables filmes de antaño pero con el pulso del presente.
“Estamos pensando en ofrecerla a plataformas como Netflix”, comentó con entusiasmo. Esta reinvención no busca sólo actualizar la figura de Lola, sino también dar continuidad al legado cultural que Rosa Gloria ha cultivado con pasión durante décadas.
Ese legado tiene mucho que ver con el hombre que la acompaña desde hace casi 40 años: Rolando Fernández, director, guionista y productor —hijo del reconocido cineasta Raúl Fernández—, quien fue pieza clave en la creación del personaje de Lola. Juntos, desde una raíz muy concreta (la empresa familiar de transportes de gasolina que inspiró la historia), construyeron una heroína que rompió moldes y que hoy, desde una madurez creativa, buscan revivir con nuevas luces.
“Rolando es mi pilar fundamental, somos una mancuerna y nos apoyamos mutuamente, sobre todo en esto del trabajo y de la carrera, él siempre me cuida, me protege”, dijo con una ternura que pocas veces se ve en medio del ajetreo de una alfombra roja. Su relación, más allá del vínculo profesional, ha sido una fuente constante de inspiración. “En nuestro caso, nosotros tenemos muchas cosas en común: nos gustan las mismas actividades, el cine, el teatro, los trailers, viajar... entonces siempre estamos juntos y la pasamos muy bien”. En medio de risas, recuerda cómo, cuando ella conduce el tráiler, él se encarga de organizar todo para que lleguen puntuales a su destino. “Si yo voy manejando el tráiler, él va organizando todo para que llegue bien al evento”, dijo con ese brillo en los ojos que sólo tienen quienes saben lo que es amar con calma y con aventura.
“HAGO NATACIÓN, YOGA Y PILATES”
Más allá de la bioserie, Rosa Gloria no se detiene. Actualmente forma parte del elenco del musical Perfume de Gardenia, donde interpreta a la madre del personaje de Aracely Arámbula. Ahí, con el respaldo de La Sonora Santanera, canta nada menos que “Juana la Cubana”, entre otras piezas. “Me la estoy disfrutando mucho, canto cuatro canciones... estoy muy metida en el proyecto, concentrada y haciendo lo mejor que puedo”.
La energía que derrocha sobre el escenario no es casualidad. Rosa Gloria es estricta con su rutina de bienestar: “Hago ejercicios todos los días: natación, pilates y yoga, para tener la energía necesaria y poder rendir en el trabajo”. Aunque no descarta del todo la cirugía estética, es muy consciente de sus procesos: “No estoy en contra de las cirugías, pero es muy complicada la recuperación, quizás me operaría las bolsitas de los ojos. Mientras tanto uso mis cremitas para verme mejor”.
Y si bien es una mujer que ha incursionado en distintos formatos, tiene claro dónde sí y dónde no participar. “No entraría en un reality show como La casa de los famosos, ahí sí no me atrevería”, confesó entre risas, aunque reconoce el valor de sus colegas: “Apoyo la decisión de Olivia Collins, hablé con ella y está superpreparada, con un poco de nervios, pero es valiente, aventada, muy centrada, además está guapísima, preciosa”. Esta franqueza, esta lucidez, son parte del encanto que mantiene a Rosa Gloria Chagoyán vigente, admirada y querida. Su longevidad artística no depende de la nostalgia, sino de una reinvención constante y una disciplina que pocas veces se presume, pero que se nota en cada uno de sus pasos.
Hoy, entre los fogones, las canciones de La Sonora Santanera y el rugido lejano de un tráiler, sigue escribiendo su historia. Una historia que, como ella, está llena de caminos, coraje y un profundo amor por el arte.