La actriz Mónika Sánchez, a quien vimos en telenovelas durante décadas, reapareció en el programa de radio de su primo Marco Antonio Regil para hablar de un tema personal que aún lucha por sobrellevar: la muerte de su hermana Yovanka Sánchez.
Ya pasó año y medio desde la tragedia que le costó la vida a la que fue presentadora de Primer Impacto, pues murió a causa de cáncer en marzo de 2024.
Con el corazón en la mano, Mónika recordó que Yovanka sabía que algo le ocurría, pero no creía en la medicina convencional, sino en la alternativa. Admitió que la familia no supo leer las señales a tiempo, y cuando hallaron el diagnóstico, ya era demasiado tarde.
Mónika Sánchez, a quien recordamos por su trabajo en telenovelas como “Amores Verdaderos” reconoció haberse sentido culpable por la muerte de su hermana por meses. “No nos dimos cuenta de que ella estaba pidiendo ayuda pero a su forma, como siempre con mucho orgullo, tratando de mantener su dignidad porque fue digna hasta el final… Nunca lloró, nunca dijo: ‘Tengo miedo, no me quiero morir, qué es esto, qué me pasó, por qué yo’, nunca dijo eso”.
La actriz recordó que sus sobrinos fueron quienes la alertaron que algo ocurría, pues “una bolita” en uno de los senos de Yovanka, estaba presente y había cambiado de color. Lo notaron en unas vacaciones a la playa.
“Pero ¿qué pasa? Que claro, ella dice que no pasa nada; pero pasa el tiempo y los niños me vuelven a decir que la vieron en la playa y que ahora la bolita se veía de un color muy raro… Ahí como que ya nos empezamos a preocupar”.
“El cáncer tiene algo que, me lo dijo mi mejor amiga, que también perdió a su hermana de cáncer y me dijo, cuando todo esto empezó, me dijo, ‘Hay algo que el cáncer te regala dentro de lo terrible que es y te da tiempo a cerrar círculos y a cerrar situaciones’ y yo con mi hermana, cuando la vi así de mal (…) le dije: ‘Por favor, perdóname todos mis errores’ y ella me dijo: ‘Perdóname tú a mí’, entonces, nos dio tiempo a cerrar muchos círculos”.
“Mi anhelo era: este tumor que tiene ella es por tanta energía negativa que acumuló durante estos 4 años de toda su crisis, de todo su divorcio, de toda su culpa que ella siente, de todas sus malas decisiones, de todo lo que ha vivido de situaciones que se enfrentó con gente que a lo mejor la lastimó'… Entonces, yo quería que ella sanara”, dijo Mónika.
Yovanka había ido con un médico alternativo, quien se deslindó de cualquier responsabilidad pues él mismo le recomendó ir con un oncólogo.
Cuando llegó al médico, el diagnóstico era irremediable, pues el cáncer había hecho metástasis en varios de sus órganos.
“Yo vi su último aliento, creo, no sé si te he contado que le canté el marinero en el momento que se estaba yendo. Entonces, creo que se fue en paz y además se fue esperanzada. No se dio cuenta que se estaba muriendo”, dijo Mónika conmovida.