En una entrevista con el periodista Heriberto Murrieta para M/Aquí, Kalimba explicó que vive con epilepsia del lóbulo frontal izquierdo y bipolaridad en segundo grado.
Confirmó que está bajo tratamiento médico y psicológico, y reflexionó sobre lo difícil que resulta no poder retirarse del personaje que interpreta, aun cuando su mente necesita descanso.
El peso de la fama
Kalimba describió la presión constante que implica ser una figura pública, donde incluso en el descanso es juzgado.
“Lo que más estaba detonando… era no apagar el personaje… Él sabe que no es su obligación dar autógrafos o fotos, solo subir al escenario.”
Subrayó que, aunque cualquier persona puede “desconectarse”, para él esto resulta más complejo: “No puedo quitarme el uniforme: el uniforme soy yo… y si les digo que no, me dicen ‘flojito’, ‘payaso’… pero todos necesitamos tiempo para nosotros.”
El cantante explicó que el medicamento y la ayuda psicológica le ayuda a controlar los síntomas. Con la terapia comprendió que su responsabilidad como artista se limita a ofrecer espectáculos de calidad y a interacciones profesionales durante eventos programados no a satisfacer demandas espontáneas de sus fans:
“Mi obligación no es firmar autógrafos en cualquier comento, pero si me niego me tachan de arrogante”.
El cantante aclaró que sus condiciones son neuronales y requieren medicación constante, además de terapia. Ahora pide empatía hacia los artistas que también atraviesan ciclos emocionales difíciles.