Ya sabíamos que su madre lo internó en una casa hogar, que trabajaba por las noches en centros nocturnos pese a ser menor de edad, y que Juan Gabriel terminó en prisión... Pero el documental “juan Gabriel: Debo, puedo y quiero” que recién estrenó Netflix, revela un oscuro secreto.
Ni en su bioserie “Hasta que te conocí”, Juan Gabriel habló de aquel episodio en su adolescencia, cuando fue abusado sexualmente por un sacerdote.
A los 15 minutos del primer episodio, se escucha la voz del periodista y gestor cultural Alejandro Brito, quien hace un recuento de lo vivido por Juan Gabriel. Entre las frases que se le escucha decir a Brito, destaca un terrible episodio:
“A los 16, acusado de robar unos perfumes en Ciudad Juárez, y ese año, detenido solamente por su amaneramiento, según esto, por obstruir la labor de inspección...
“Si tú ves su declaración, se puede apreciar la difícil y solitaria infancia que tuvo, sin ninguna orientación y apoyo familiar, ya que no tenía un hogar bien integrado.
“A los 13 años se vio en la necesidad de trabajar de mozo en casa de un sacerdote, el cual abusó sexualmente de él”.
Sin dar más detalles ni información, Alejandro sigue el relato de detenciones de Alberto Aguilera Valadez, quien fue detenido en la cárcel de Lecumberri por un robo que no cometió.
A pesar de la dura infancia y adolescencia, Alberto encontró su destino en Lecumberri. Fue ahí donde conoció a “La Prieta” Linda, gracias a las facilidades del director de la penitenciaria, el Gral. Puentes (padre de Andrés Puentes, exesposo de la cantante Tatiana).
Al conocer el talento de aquel presidiario, “La Prieta” Linda ejerció presión para que finalmente pusieran en libertad a Alberto; tras lo cual, la cantante lo llevó a la disquera RCA Víctor... Y el resto es historia. Nació Juan Gabriel.
 
    
     
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
