Javier Carranza, El Costeño, se presentó este lunes 25 de agosto en el Búnker de la Fiscalía General de Justicia de CDMX, para la audiencia programada por el presunto robo y abuso de confianza cometido por su expareja.
Ella no se presentó, pero sí un abogado y un empresario con un cheque con una cantidad menor de lo acordado, además de que el cheque no venía a nombre de ella.
El Costeño llegó con la intención de otorgar el perdón, con la condición de que se le resarciera el daño, pero no fue así al ofrecerle una cantidad menor.
Ante la prensa, afuera de la Fiscalía, dijo: “Todo está muy turbio, estamos pidiendo que las cosas se hagan de una manera clara, de una manera derecha. Yo de buena fe vine a otorgar el perdón, pero esta persona no se presenta”.
“Primero nos quieren dar dinero en efectivo, luego un cheque de caja a nombre de otra persona. Yo esperaba que aquí se acabara todo pero no existe la buena voluntad de la otra parte”.
Por si fuera poco, El Costeño dijo: “Están pidiendo cosas que no proceden, como firmar acuerdos extraoficiales, pero no puedo confiar en alguien que ya me robó”.
“La denuncia sigue, que un juez determine. Ella quiere repararme el daño bajo sus condiciones. Yo lo que quiero es que se repare el daño”.
Además, El Costeño ha sido amenazado
“Recibí una llamada de amenaza, de un número de Morelos. Si algo me llega a pasar a mi persona, a mis bienes, a mi familia, a mi staff, a mis propiedades, a mi entorno, no vayan a buscar a otra persona. Todo lo que pase es derivado de esta carpeta”, comentó el comediante.
El Costeño insistió: “Yo no estoy peleando por venganza, estoy buscando justicia, con temores porque están pasando cosas medio raras, extrañas... En mi casa hay carros que pasan, se quedan ahí, vivo al pie de la calle, no tengo otra seguridad. Se ve sospechoso, tres horas ahí”.
Y es que, comentó, parece que su empareja ya tiene nuevo compañero sentimental que la estaría protegiendo con seguridad privada. Así que le envió un mensaje: “Mi bronca no es con usted, no tengo bronca con el tipo, quédatela, no la quiero de regreso”.