Ser mamá y actriz no ha sido fácil para ltatí Cantoral, quien se las ha ingeniado para no descuidar su carreray, al mismo tiempo, estar presente con sus tres hijos: los gemelos Eduardo y Roberto, y María Itatí, la menor.
En exclusiva, la actriz nos comparte las vicisitudes que ha enfrentado en el camino de la maternidad y confiesa lo duro que fue soltar a los varones del nido para que vivieran su independencia.
¿Cómo has vivido la maternidad?
verdad la he pasado genial con mis tres hijos: Eduardo, Roberto y María, no me puedo quejar.
¿Cómo te ha ido con María y su adolescencia?
Estoy ahorita en la etapa de ser su chofer a todas horas. Mi hija es muy alegre, le gustan mucho las reuniones y la llevo, pero es una niña bastante tranquila, no le gusta fumar ni tomar, le gusta ir al gimnasio, es muy buena estudiante, canta precioso y no se pierde sus clases de guitarra y de piano por nada.
¿Qué sientes de ver el gran trabajo que has hecho con tus hijos?
“Me tocaron muy buenos hijos”.
“Dios aprieta, pero no ahorca (bromea). Yo creo que los seres humanos somos hermosos y que hay que tener paciencia y amor. Yo he vivido muchas cosas con mis hijos y lo sigo haciendo; obviamente los chicos ya son adultos y tienen su libertad. De hecho, ya no viven ni siquiera en este país, pero siempre estamos juntos, somos una familia muy unida con mis hermanos. Mi mamá nos hizo muy unidos a todos”.
¿Te costó trabajo dejarlos ir?
¡Mucho! A Roberto porque lo acababan de contratar en los Leones Negros después de que se cayó la segunda división del América donde él jugaba, y por eso lo impulsé, y luego lo contrataron en la Universidad de Neza, le dieron una beca futbolística, y sólo por eso, por el deporte se fue desde los 16 años.
¿Cuál consideras que ha sido el mayor reto como madre para ti?
Entenderlos y estar ahí, sostenerlos, escucharlos y apoyarlos, a pesar de que a veces no estés de acuerdo con ellos, que incluso estés totalmente en contra de lo que quieren.
¿Cómo has logrado equilibrar tu trabajo con la maternidad?
Mi papá nos enseñó, a él le encantaba tener a su familia junta, pero tenía que salir a trabajar y eran horarios complicados, total que le dijo a mi mamá: “Como siempre soñé con tener una familia, quiero que todos mis hijos me acompañen a donde vaya a trabajar”, y así fue.
Durante la conferencia de prensa realizada para la promoción de la película Desastre en familia, Itatí agradeció a quienes en el camino le dieron las facilidades para trabajar y al mismo tiempo cumplir con su labor de mamá.
“Agradezco a Emilio Larrosa porque cuando hice Hasta que el dinero nos separe, con Pedro Fernández, yo tenía tres meses (de haber parido) y le dije que no podía dejar a mi hija, y él me dijo: ‘No te preocupes’, y me dio el camerino más grande de Televisa, me pusieron una cuna y la producción cortaba escena para que yo pudiera amamantar a mi hija”.
“Lo mismo hizo Morris Gilbert cuando hice Dulce Caridad, porque cuando yo la iba a estrenar ya venía María Itatí, pero al mes de que parí, me puso al mejor coreógrafo y me daba cada hora, 35 minutos para que yo pudiera ver a mi hija y darle de comer sin perder el trabajo”.
Itati recordó: “Son cosas que me conmueven porque no siempre me las dieron, por eso quiero decir que gracias a Dios sí se puede trabajar, amar lo que haces y al mismo tiempo ser mamá. No hay filmación, telenovela, obra de teatro o de película en la que no estén conmigo mis tres hijos”.