El hijo de Sergio Sendel consigue su primer gran personaje, lo veremos en ‘Doménica Montero’, y asegura: “He tocado puertas como todo mundo”.
La herencia artística corre por la sangre de Graco Santaella, nacido el 30 de mayo de 1998, hijo de Sergio Santaella Sendel —mejor conocido en la escena como Sergio Sendel— y Marcela Rodríguez.
Hoy, a sus 27 años, el joven actor retoma con fuerza su lugar en la televisión mexicana, decidido a demostrar que su apellido no sólo es un peso en la memoria colectiva, sino también una inspiración para escribir su propia historia.
Los hijos del célebre villano de telenovelas parecen haber encontrado en la actuación un camino natural. Graco, uno de los mellizos de Sendel, se prepara para regresar a los melodramas en Doménica Montero, la nueva producción de TelevisaUnivision bajo la batuta de Carlos Bardasano. Allí compartirá escena con Angelique Boyer y Marcus Ornellas, en una historia que promete pasión, giros inesperados y el sello de un productor que sabe conectar con el público. El joven actor no oculta su entusiasmo.
“Me siento agradecido, esa sería la palabra indicada: agradecido con Dios, con el señor Carlos Bardasano y a darle. En mi casa todos estamos muy contentos y muy emocionados”, confesó en entrevista con TVyNovelas, dejando ver que detrás de su determinación también hay una familia que celebra cada paso.
Aunque Sendel padre es un referente indiscutible de los antagonistas en la pantalla chica, su rol más importante es el de guía. Graco recuerda con una sonrisa la reacción de su progenitor cuando le dio la noticia de su nuevo personaje. “Superemocionado mi papá. Cuando yo me quedé con el personaje, mi papá no estaba en México, así que le platiqué a mi mamá. Yo quería esperarme a que mi papá llegara a México para decírselo, pero se lo dije por videollamada y (se puso) feliz, feliz”.
El vínculo entre ambos va más allá de los consejos técnicos. “Mi papá me dice que está muy feliz por mí y el consejo que me da es que me divierta porque esa es la mejor manera de disfrutar la carrera”, compartió. La sencillez de esa enseñanza parece marcar la ruta de un artista que no pretende cargar con etiquetas, sino disfrutar el trayecto.
El debut de Graco se dio en 2022 con Mi camino es amarte, telenovela protagonizada por Susana González y Gabriel Soto. Allí interpretó a Tony, un joven que le exigió transformar su look y adentrarse en la disciplina actoral. Sin embargo, él mismo reconoce que lo que viene ahora representa su verdadera entrada al género.
“Para mí es como un debut en las telenovelas porque lo que hice en Mi camino es amarte fue una pequeña participación, pero digamos que ahora sí le estoy entrando de lleno. Yo estoy superagradecido, con Dios, con la producción, porque es un personaje que juega muchísimo, desde el principio hasta el final”.
El entusiasmo del actor se mezcla con una lucidez poco común para su edad. Sabe que ser “hijo de…” genera expectativas, pero las enfrenta con una visión madura.
“No creo que sea un peso ser hijo de quien soy, yo más bien lo veo como un compromiso con el público, es un orgullo poder venir de un gran actor como él”.
En un medio donde las comparaciones son inevitables, Graco habla con honestidad sobre lo que implica abrirse camino con un apellido reconocido. “La gente siempre va a pensar que cualquier cosa que haga es por mi papá, pero ya cuando me vean juzgarán por sí mismos, yo he trabajado para hacerme mi propio nombre, entonces ni siquiera estoy tratando de copiarme”.
Tampoco teme desmentir la idea de que tener un padre famoso allana el camino.
“He tocado puertas como todo mundo, la gente pensará que ser hijo de actor te asegura el futuro, pero no es así, en mi propia cara me dicen no. Yo toco las mismas puertas que cualquier persona que está empezando en el medio, así que no tengo ninguna palanca en la industria. Habrá quien lo piense, pero ya ese no es mi asunto”.
Con un tono entre serio y juguetón, también admite que la comparación física es inevitable: “A mi papá le echan muchas porras, entonces es un halago que digan que heredé su belleza (risas), pero ojalá que también haya heredado el talento”.
Su hermana Valeria tampoco se queda atrás: ella forma parte de la telenovela Amanecer. Juntos parecen continuar un legado familiar, aunque cada uno con voz propia, con la determinación de hacerse un nombre más allá de su apellido. Para Graco, este momento marca un antes y un después