A veces, los finales más memorables no ocurren entre aplausos, sino en la calma. En el Auditorio Nacional, Lupita D’Alessio ofreció uno de los últimos rugidos de su histórica carrera.
Pero en esta ocasión no estuvo sola: Ernesto D’Alessio, su hijo, la acompañó en una noche que fue mucho más que una presentación... Fue un adiós, un cierre, un tributo.
Y fue también el punto de partida para reflexionar sobre lo que significa despedirse cuando aún hay fuerza para cantar, pero se elige vivir: “Cada concierto que hago con mi madre no solo es un concierto menos para ella, también es un concierto menos para mí”, compartió Ernesto D’Alessio a TVyNovelas en el marco de su participación con La Única Internacional Sonora Santanera por sus 70 años, el 25 de agosto.
Tras medio siglo sobre los escenarios y a sus 71 años, Lupita D’Alessio anunció su retiro definitivo con serenidad, pero también con un dejo de melancolía. “Estoy cansada, tengo ganas de vivir mi vida, quiero dedicarme a ser abuela, quiero vivir mi vejez, lo que Dios me regale para vivir. Ese tiempo deseo vivirlo en paz”, ha declarado.
Ernesto lo comprende, no solo como hijo, sino como testigo: “Se siente muy bonito poder disfrutarla en esta etapa, y como mujer, como profesional, la veo realizada”, expresó con orgullo, al subrayar que Lupita es de las pocas personas que ha conocido, que pueden decir con certeza: “Todo lo que tenía planeado lograr, lo logré”.
Y Mientras Lupita D’Alessio se despide de los escenarios, Ernesto continúa buscando su propio espacio. Aunque su camino en la actuación y el canto sigue en ascenso, D’Alessio no deja de reconocer que cantar junto a su madre ha sido uno de los privilegios más grandes de su vida.
“Es nostalgia, tristeza... Pero también alegría, porque la tenemos con salud, con fuerza y aún con esa poderosa voz que la ha hecho leyenda”.