La tarde caía sobre la Ciudad de México como un telón dorado cuando una alfombra roja comenzó a llenarse de luces, cámaras y voces expectantes. Entre los destellos, apareció Lele Pons: radiante, sonriente, con ese carisma natural que no se fabrica, y, sin prisa, se detuvo a conversar con TVyNovelas, regalando algo más íntimo que una pose: un vistazo sincero a su presente, marcado por un amor nuevo y profundo llamado Eloísa.
“Cierro este año de lo más feliz, con mi bebé, es que definitivamente la maternidad cambia tu vida por completo. A mí me encanta ser mamá, atender a mi hija”, compartió con esa mezcla de ternura y entusiasmo que solo quienes viven su primer capítulo como madres pueden transmitir.
Desde que nació Eloísa, confesó, el mundo se le reorganizó, como si cada pequeño gesto cotidiano adquiriera ahora un brillo distinto. Su esposo, el cantante Guaynaa, tampoco se quedó fuera de esta transformación.
“A él también le cambió la vida porque ya tiene al amor de su vida”, agregó con una risa suave, dejando ver que la maternidad no solo la tocó a ella, sino a toda la familia.
Lele llegó a México con una agenda apresurada, pero aun así se dio tiempo para hablar de su futuro profesional. Aunque muchos la conocieron por Vine, esa plataforma que la lanzó al mundo como un cometa imparable, hoy la venezolana de 29 años está en pleno proceso de reinventarse. “Para 2026 vienen proyectos relacionados con el cine, series, ese tipo de producciones. Mi meta es dirigir, y lo que haré tiene que ver con las plata-formas de streaming”, adelantó. Es una declaración que marca etapa: de creadora a directora, de intérprete a narradora total.
Y entre esa búsqueda y la nostalgia que le provoca su comunidad mexicana, también dejó abierta una puerta que entusiasma a sus fans: “Yo amo México, me gustaría volver a trabajar aquí y hacer algo como La voz”, confesó.
Mientras caminaba por la alfombra, Lele hablaba de su hija con una devoción que suavizaba cada palabra. “De mi hija, todos los días descubro algo nuevo: ya mantiene firme la cabeza, no habla, pero hace más ruidos. Creo que la maternidad rebasó las expectativas”, explicó, recordando quizá esos días en los que imaginaba cómo sería tener una familia propia. Ser hija única también influye en esa visión.
“Yo soy hija única, entonces me gustaría que mi hija tuviera hermanitos más adelante”, dijo con una ilusión que parecía adelantarse a los años venideros.
“MI HIJA SE DURMIÓ EN BRAZOS DE SHAKIRA”
Pero no todo ha sido sencillo; después del parto, su cuerpo necesitó cuidados, disciplina y paciencia. Para lograrlo, recurrió a un apoyo familiar especial: “Para recuperar la figura después del parto recurrí al pilates con mi prima Isadora (hija de Chayanne y su tía Marilisa)”. Como muchas nuevas mamás, Lele descubrió que el soporte familiar es un tesoro. “Mi mamá es pediatra, entonces me ayuda mucho con la bebé”, contó, dejando claro que la crianza también se vive en equipo.
Y si algo sorprendió en esta conversación fueron los vínculos que la rodean. Por ejemplo, la entrañable visita que recibió de una de las artistas latinas más queridas del mundo: Shakira.
“Ella ya conoció a mi hija, hasta se durmió en sus brazos. Fue maravilloso porque ella es la persona más humilde; imagínate, tiene tantas cosas en agenda y se toma un tiempo para ir a verme, a conocer a la bebé”, relató con una emoción genuina.
La colombiana no solo cargó a la pequeña Eloísa, también le dejó un consejo que Lele atesora: “Shakira me aconsejó que disfrutara cada momento porque el tiempo pasa muy rápido”.
La maternidad no solo transformó su rutina, sino la percepción de sí misma:
“Con la maternidad he aprendido que ahora no se trata de mí, lo más importante en mi vida es ella”. Esta revelación la enfrenta a uno de los retos más duros para una artista internacional: viajar y separarse un poco de su bebé.
“Me siento muy mal cuando tengo que viajar a trabajar. Pero mi mamá, mis tíos, Guaynna, están acompañando todo el tiempo”, dijo con alivio. Es evidente que, aunque sus proyectos crezcan, Lele procura que Eloísa esté rodeada de cariño.
Quienes siguen su carrera saben que Lele es una mujer hecha de reinvenciones. Desde su infancia en Caracas y su adolescencia en Miami, aprendió a moverse entre culturas, idiomas y emociones. Vine la lanzó a millones; su música la consolidó; su matrimonio con Guaynaa, en 2023, marcó una nueva etapa en la que el amor se volvió, además, socio creativo. Éxitos como Dicen, Celoso y Se te nota la han colocado en un espacio propio dentro del pop latino, mientras que su paso por alfombras, premiaciones y sets de grabación demuestran que su energía parece inagotable. Y aun así, en esta visita a México, el tono que predomina en su voz no es el de la estrella, sino el de la madre. Una madre que sonríe con suavidad al hablar de su hija, que sueña con dirigir cine y que abraza el caos y la magia de hacer malabares entre la fama y la vida cotidiana.