Tras su ruptura con Leslie Gallardo, el actor encontró en el silencio y el trabajo su refugio. Ahora, se sumerge en su papel más desafiante: un joven con autismo en Amanecer
Emilio Osorio ha aprendido que algunas despedidas, por dolorosas que sean, enseñan a preservar lo más valioso: la calma interior. Con apenas 22 años, el actor asegura que cerró su relación con Leslie Gallardo con respeto y gratitud, y que ese capítulo le dejó una lección fundamental: “hacer mi vida más privada”. Desde entonces, ha volcado su energía en su crecimiento profesional y en un papel que lo desafía como artista y como ser humano.
Leslie comunicó su ruptura tras poco más de un año y medio de relación, describiendo momentos “muy bellos compartidos”, un “crecimiento invaluable” y agradeciendo el apoyo familiar. Dijo también que ha elegido priorizarse, honrar su paz y transitar una nueva etapa sin rencores. Emilio optó por el silencio, eliminó fotos compartidas en redes sociales y se dedicó a su trabajo sin pronunciarse públicamente sobre esa historia.
Tras esa pausa íntima, Emilio aceptó un reto actoral: encarnar, en la telenovela Amanecer, a Tonatiuh “Tona” Talavera, un joven de 17 años con autismo de primer grado de apoyo. Este desafío no fue simplemente aprender líneas o adoptar gestos: fue abrir la puerta a un mundo nuevo. El personaje, ambientado en la Villa Escarlata, enfrenta dificultades para comunicarse, evita el contacto visual, se estresa con exceso de ruido y se auto-rregula llevando consigo grillos. Un ser cuyo universo interior es tan poderoso como silencioso.
“La historia trasciende en que veamos cómo se relaciona con las personas, la dificultad que tiene para interactuar socialmente, pero también se ve una parte del autismo muy bonita y sensible”, detalló.
Para prepararse, Emilio pasó tres meses en el Centro de Autismo Teletón (CAT), conviviendo con niños, adolescentes y adultos dentro del espectro. Asimiló que cada persona con TEA es distinta. “Construí el personaje con empatía, con información real y con honestidad”, nos compartió.
“ESTE PERSONAJE ME LLENO EL ALMA DE LUZ”
La experiencia en el CAT fue única, aprendió sobre la multisensorialidad, es decir, que quienes viven con autismo no pueden filtrar sonidos, que todo se percibe a la vez, al máximo de sensibilidad, explicó a TVyNovelas.
“Cambio total mi visión sobre la discapacidad… la información es poder y el hecho de que me den la oportunidad de poder transmitir a la gente esa empatía hacia Tona y hacia las personas con discapacidad, y dar información positiva, es una gran responsabilidad”, reconoció Emilio, quien se sintió especialmente conmovido por niños como Santiago, a quien conoció en el CAT y le regaló una pulsera.
Tonatiuh, detalló sobre su papel, no puede tener contacto físico porque se altera de inmediato. Ese contraste entre mundos —el suyo y el de Tona— lo impactó profundamente.
“AGRADEZCO CADA COSA QUE VIVÍ CON ELLA (LESLIE)”
Este rol llega después de un llamado que lo puso en el ojo público desde muy joven: debutó en 2013 en Porque el amor manda; tras participar en Mi corazón es tuyo y Mi marido tiene familia, adoptó su identidad pública gracias al personaje de Aristóteles en Juntos, el corazón nunca se equivoca, desafiando el estigma como parte de una pareja gay en televisión mexicana. Desde entonces, su presencia ha sido constante en teatro, en la música y en televisión.
Hoy, tras la ruptura emocional con Leslie, Emilio vive un nuevo amanecer interior. “Estoy feliz, tranquilo y muy concentrado en mi chamba”. Admitió que cerrar ese ciclo fue doloroso, uno de los más fuertes que ha vivido, pero agradece el aprendizaje: “La respeto, la quiero mucho… agradezco cada cosa que viví con ella, tanto positiva como negativa… y espero que le vaya muy bien siempre”.