Dalilah Polanco tomó sus lesiones como un reto para mejorar uno de sus problemas: la hiperactividad.
En varias ocasiones, la actriz ha aceptado que padece de un Trastorno Obsesivo Compulsivo relacionado con el orden y la limpieza.
"¿Hay alfombra, quién limpia la alfombra?”, se escucha que dice Dalilah en el video promocional de esta temporada de La Casa de los Famosos grabado antes de que comenzara el reality.
Ya una vez dentro, la actriz mexicana ha mostrado que, en efecto, tiene una obsesión con mantener la cocina sin trastes sucios y las recámaras siempre ordenadas.
En las fiestas, por ejemplo, es la primera en dedicarse a alzar las sobras de la comida y levantar trastes.
La breve reconciliación con Mar Contreras
Pero en la fiesta de este viernes 12 de septiembre, Polanco se dedicó a disfrutar, quizá impulsada por el hecho de que momentos antes fue salvada de la nominación gracias a Guana.
Y en esa celebración, tuvo una conversación peculiar con Mar Contreras, con quien anteriormente ha tenido severas diferencias: una y otra se acusan de ser demasiado intensas en la rigidez con la que tratan al resto de los habitantes.
Esos conflictos quedaron atrás durante la fiesta, en la que Mar se sentó con Dalilah para preguntarle cómo estaba.
Polanco le explicó que mejor de lo que esperaba, ya que se ha dado cuenta de que puede hacer cosas de su vida cotidiana aún con las férulas que tiene en la muñeca y el pie.
Le puso el ejemplo de que incluso para la gala de este miércoles se pudo peinar.
De modo que tomó su lesión como un anuncio divino de que quizá debe tranquilizarse y tomar las cosas con más calma.
¿Qué le dijo Dalilah Polanco a La Jefa la noche en que se lastimó?
En esa conversación fue que Dalilah reveló lo que pasó la noche del accidente después de que fue llevada al Confesionario.
De acuerdo con su testimonio, platicó con La Jefa sobre la posibilidad de salirse de La Casa de los Famosos.
La Jefa la habría convencido de quedarse para probarse as sí misma, ya que Dalilah pensó:
“En ese momento La Casa de los Famosos se convirtió en: ok, estoy en un juego pero ahorita voy a jugar conmigo”.
Pero le advirtió a La Jefa que había una condición para aceptar que siguiera en el juego.
“Sí le dije a La Jefa: me quedo ahorita pero si ya no sirvo para el juego, me salgo”.
Polanco se refería a los juegos de habilidad y dinámicas dentro de La Casa que suelen requerir de esfuerzo físico para competir.
Hasta ahora, la solución ha sido que alguien más compite por ella y con el paso de los días, Dalilah se ha sentido cada vez más conforme con su nueva condición, a la que ella, entre bromas, suele referirse como: “Es que soy la maldita lisiada”.