consagraba como villana de telenovelas en una icónica escena de El privilegio de amar. Los amantes del género todavía recuerdan cómo su personaje, Tamara de la Colina se rapaba la cabeza al perder la cordura luego de que el galán de la historia le pidiera el divorcio durante un viaje a Europa.
Y aunque la producción no tenía permiso para grabar en el Ponte Vecchio de Florencia, Italia, la actriz logró una magistral toma que la hizo acreedora de un record guiness. Pero más allá de las satisfacciones profesionales, al quitarse el cabello con una máquina eléctrica, Klitbo experimentó una sensación de liberación por el amargo momento de desamor que vivía tras el reciente divorcio con el actor Francisco Gattorno.
“Celebré los 25 años de esta gran historia con la retransmisión en la pantalla del canal las estrellas. De repente me pregunto cómo pasó tanto tiempo si parece que hubiera sido ayer. Pero fue un personaje que me llevó a la cumbre de la fama en mi carrera, fue cuando empecé a viajar y a ser invitada por televisoras internacionales, visité todo el planeta con esa novela y me dejó muchas satisfacciones, por eso siento que fue un parteaguas, porque sí fue muy importante la escena de la rapada. Es de lo que la gente más se acuerda, fue una novela que terminó en un canal y comenzó en otro. Todos los años se repite”, dice la artista en entrevista con TVyNovelas desde los pasillos de Televisa San Ángel.
Según explica Cynthia a esta publicación, en el libreto no estaba contemplado que ella se rapara, pero hubo algo que la llevó a tomar esa drástica e irreversible
decisión.
“Tenía que ver con una etapa muy fuerte de mi vida y yo traía la intención de raparme porque hay un ritual que es de los indios siux en el que cuando quieren hacer un cambio de energía se rapan y entierran el pelo, entonces yo quería un cambio, y coincidió con la novela. Lo que estaban proponiendo era lo mismo que había hecho durante otros tantos antagónicos, entonces por eso le propuse a Carla Estrada, la productora, que mejor Tamara se autodestruyera, que se lacerara”.
Luego de un cuarto de siglo transcurrido, la actriz admite que protagonizó “una escena de las más importantes en la historia de las novelas en Televisa que me llevó en el record guiness como la primera actriz que se rapó en televisión, no hubo toma dos, ni modo que volvieran a pegar el pelo, y fue una novela que fue como mi cierre de las antagonistas”.
Un poco temerosa de lo que había hecho, la intérprete buscó alternativas para enfrentarse al mundo exterior con los resultados de su valiente actor. Pero hubo algo que la hizo cambiar de parecer, así nos lo cuenta:
“Me había comprado una peluca, pero un día salí rapada a la calle en Italia y empezaron a chulearme, por primera vez, luego de ir tantas veces a ese país, entonces dije que no me volvería a poner peluca. Además, me sentía muy orgullosa, me sentía contenta, porque además, fue una novela que tuvo un rating altísimo, como pocas veces ocurría en México, su capítulo final paralizó todos los países, y evidentemente tenía unas grandes estrellas al lado, estaba Adela Noriega, Helena Rojo, y para mí fue muy bonito porque jamás esperé ese éxito, hice el proyecto con todo el amor del mundo porque uno trabaja con el mismo amor, hay veces que hay novelas que no funcionan tan bien y hay otras que sí, pero ahora sí que mi compromiso con el personaje, es el mismo cada vez que me contratan”.
En esa época, Cynthia no tenía “El privilegio de amar”… “Claro que no, yo era una mujer desamada (risas). Me dejaron de amar y fue un golpe muy duro para mí,
entendí que no se puede tener todo en la vida, estaba triunfando como actriz, pero en mi vida personal pasaba por una terrible decepción”. Aunque quizás mucha gente piense que a una mujer exitosa, guapa y famosa, nadie puede dejar de amarla, ella asegura que es muy común que suceda.
“Eso es lo mismo que yo me pregunto, pero hay personas que no son leales y para mí fue un golpe muy duro porque estaba recién casada cuando mi esposo embarazó a una chava y tuvimos que tronar, yo no podía tener hijos y fue algo muy fuerte”.
Hoy día, a sus 56 años, esta talentosa mujer que se ha ganado el respeto de la crítica y el cariño del público, siente que no está en condiciones para enamorarse.
“Si llegan bastante personas a mi vida, pero todavía no he encontrado un hombre que valga la pena, porque siempre quieren algo, desgraciadamente, las mujeres
que nos dedicamos a esto, la carrera y la fama siempre será un plus, entonces yo he decidido no enamorarme más. Desde que nació mi hija conocí el verdadero amor y ya no es una prioridad para mí estar con un hombre, no hay nada en este planeta que yo ame más que mi hija, nos vemos casi siempre cada 15 días, estudia teatro, está en un coro, en abril se va a una competencia de coros en Nueva York y tiene ese sueño”.