Aunque perdió, de todos modos Saúl el Canelo Álvarez gritó: "¡Viva México!”
El boxeador mexicano llegó a Las Vegas con la idea de llevarse a casa el cinturón de campeón absoluto de los súper medianos. Pero en el round 11 fue evidente que eso no sucedería: se veía cansada, con la guardia abierta y el rostro castigado casi con cada golpe lanzado por Crawford.
La decisión fue unánime, no dio pie a ninguna discusión: Terrence ganó la pelea.
Todavía en el ring y con el público en las butacas digiriendo la derrota del mexicano en Las Vegas y en el mes patrio, el Canelo mostró su aplomo usual.
“Una derrota no me define, no me define. Al estar aquí yo ya gané. Ya gané porque tengo mi familia, en lo profesional hice muchísimas cosas”.
Las dos derrotas mexicanas en Las Vegas
Fue una noche de varios reveses. La pelea fue transmitida por Netflix, plataforma que ha empezado a incursionar en la transmisión de eventos en vivo. La pelea del Canelo fue su punta de lanza.
Y ya marcó una diferencia porque por primera vez, el Canelo peleó sin que un artista cantara el Himno Nacional Mexicano antes de la pelea.
Esa era una tradición arraigada en las transmisiones de televisión abierta con casi todos los campeones mexicanos.
En esta ocasión, Fey fue la elegida por el equipo de Álvarez para cantar pero Netflix decidió que no habría ceremonia de himnos.
Ese fue el primer revés. El segundo fue la derrota del Canelo, quien llegó al último round con una sola posibilidad para ganar: noquear a Crawford. No pudo.
Minutos después de perder, el Canelo habló de la posibilidad de una revancha contra Crawford, quien por cierto ya piensa en el retiro.
“Entrené muy bien, hice lo que tenía que hacer. Aquí estoy para tomar riesgos, vine a la vida a tomar riesgos, a ponerme a prueba y aquí seguiré”