El actor Orlando Bloom compartió recientemente una foto familiar con su ex, la cantante Katy Perry, y sus dos hijos: Flynn, de su matrimonio anterior, y Daisy, fruto de su relación con Perry.
La imagen fue publicada en su cuenta de Instagram, sorprendiendo a sus seguidores tras haber confirmado su separación oficial el pasado 26 de junio, según informó Entertainment Weekly.
En la instantánea, la familia aparece unida frente a un espectacular atardecer en un yate, disfrutando de un momento de unión.
El post fue acompañado por la frase “Dump 4 ya”, que Bloom utilizó para compartir esa imagen sin mayores explicaciones, de acuerdo con People.
Co‑parentalidad en acción: un reflejo de respeto mutuo
La foto respalda el comunicado conjunto que emitieron Orlando y Katy, donde destacaron que su separación estaba centrada en la idea de un cambio hacia una relación basada en la crianza compartida y en mantener “amor, estabilidad y respeto mutuo” para su hija Daisy.
El post muestra a Daisy Dove en los hombros de Bloom, y a Flynn, su hijo de 14 años, también presente, lo que evidencia la intención de continuar un vínculo familiar fuerte a pesar de no estar juntos como pareja.
“Katy y Orlando han estado ajustando su vínculo desde hace un tiempo. Su prioridad sigue siendo criar a Daisy con amor, estabilidad y respeto mutuo. Ambos seguirán siendo vistos juntos como familia”, subraya el comunicado, haciendo énfasis en la estabilidad emocional de la menor.
La publicación ha causado revuelo en redes, con comentarios que preguntan: “¿Están juntos otra vez o sólo trabajan como padres?”, reflejando la confusión generada entre los fans sobre la naturaleza actual de su relación.
A pesar de la incertidumbre, personas cercanas a la pareja afirman que su aparición juntos no implica reconciliación, sino que es una muestra clara de que, ante todo, son un equipo de padres que priorizan el bienestar de sus hijos.
Un momento clave: la separación y su primera imagen conjunta
La separación se oficializó mediante un comunicado conjunto, en el que aclararon que, tras nueve años juntos, habían dejado de ser pareja para enfocarse en su hija, sin romper el vínculo familiar.
La foto compartida es la primera imagen conjunta tras el anuncio, pocas semanas después del viaje familiar al yate en la costa italiana, lo que refuerza su mensaje público sobre la crianza cordial.
Este encuentro se da justo después de momentos personales intensos: Perry continúa con su gira Lifetimes en Australia, mientras Bloom asistió a la boda de Jeff Bezos y Lauren Sánchez en Europa.
Con un look relajado y un ambiente casi vacacional, la familia aparece sonriente y unida, reforzando visualmente su compromiso con la co‑parentalidad respetuosa.
La elección de compartir estas fotos en Instagram —aunque se desactivaron los comentarios— fue interpretada por muchos analistas como una estrategia consciente para controlar la narrativa familiar en los medios y redes.
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