El estreno de “Chespirito: Sin querer queriendo” dejó al descubierto un dato que incomoda a Florinda Meza: su acercamiento sentimental a Roberto Gómez Bolaños cuando él todavía estaba casado con Graciela Fernández.
La serie expone el momento en que ambos comenzaron a coquetear durante una gira, antes de que el comediante se separara formalmente de la madre de sus seis hijos.
Según lo que muestra la producción, en un viaje con el elenco, Chespirito y Florinda Meza se quedaron bailando a solas en un bar. En su autobiografía Sin querer queriendo, Bolaños recordó que insinuó que “le faltaban besos’” y Florinda le respondió: “Si quieres besar a alguien, ¿por qué no me besas a mí?”. Ese episodio, recreado en la ficción, marcó un antes y un después en la vida sentimental del humorista.
El vínculo de Graciela Fernández con los inicios de Chespirito
Antes de ese episodio, Graciela Fernández había sido una pieza clave en los primeros pasos de Chespirito como guionista y en la parte creativa del proyecto. Según reportes de prensa como El Heraldo, estuvo presente en grabaciones, giras y eventos, y colaboró en detalles como la confección del famoso traje de “El Chapulín Colorado”.
Graciela conoció a Roberto Gómez Bolaños a los 15 años, cuando él tenía 22, en la colonia Del Valle, en Ciudad de México. Se casaron pronto y formaron una familia numerosa, con seis hijos, entre ellos Roberto Gómez Fernández, actual productor de la bioserie.
La confesión más incómoda de Chespirito sobre su separación
En su autobiografía “Sin querer queriendo”, y según publicó Infobae, Roberto Gómez Bolaños admitió sin rodeos: “Mi relación con Graciela se había ido deteriorando paulatinamente. Al igual que en la gran mayoría de los casos semejantes de otras parejas, la culpa debía ser repartida entre los dos”. Incluso reconoció: “Lo más probable es que a mí me correspondía el porcentaje mayor de dicha culpa”.
El creador de El Chapulín Colorado explicó que las constantes giras y el asedio de admiradoras terminaron por desgastar su matrimonio: “Esas circunstancias van cavando una zanja entre los cónyuges, poco profunda en un principio, pero abismal finalmente”, escribió.
Ese clima de distanciamiento, retratado en “Chespirito: Sin querer queriendo”, fue —según la propia serie— el escenario en el que comenzó el vínculo sentimental entre Florinda Meza y Chespirito, mucho antes de que su matrimonio con Graciela Fernández se disolviera legalmente en 1989.