Ni Juan Gabriel, ni Vicente Fernández.
El cantante mexicano más taquillero de todos los tiempos es, según reportes de Billboard es nada menos que Luis Miguel, pues las estimaciones de la revista especializada aseguran que el intérprete ha recaudado 320 millones de dólares durante los más de 500 conciertos que ha ofrecido en su vida.
La reciente gira, con la que regresó a los escenarios después de una larga ausencia, lo consagra como el máximo exponente de la música mexicana, pues los boletos se agotaron en cuestión de minutos, logrando sold out en las ciudades más importantes del continente.
Fue en 1991 cuando el intérprete de Por debajo de la mesa se presentó por primera vez en un escenario. Aquel debut se realizó en el Paramount de Nueva York; ofreciendo desde la época unos 567 conciertos en diferentes teatros y estadios de todo el mundo, con una asistencia que rebasa los 4.3 millones de personas.
Y aunque se pudiera pensar que el artista goza de una gran fortuna, lo cierto es que sus excesos y malos manejos financieros lo han puesto en situaciones complicadas, aunque vender su historia para la realización de una bioserie los salvó de la bancarrota.