La periodista habla de los desafíos que ha enfrentado desde que decidió ser madre, un sueño que persiguió con ilusión, valentía y fe
Addis Tuñón ha destacado en su faceta como periodista, actualmente como conductora del programa De primera mano en Imagen Televisión. Sin embargo, su mayor anhelo siempre fue convertirse en madre. Durante años, ella y su esposo León intentaron formar una familia, pero enfrentaron dificultades para concebir de manera natural. Después de varios tratamientos de fertilidad, Addis fue diagnosticada con un tumor de más de dos kilos en el útero, lo que derivó en una histerectomía en marzo de 2023. Este procedimiento eliminó cualquier posibilidad de un embarazo biológico, dejándola con el corazón destrozado.
El impacto emocional fue profundo, pero la llevó a considerar la adopción como camino hacia la maternidad. El proceso fue largo y desafiante, extendiéndose por casi tres años, con momentos de incertidumbre y miedo. Sin embargo, en septiembre de 2023, su perseverancia dio frutos: lograron adoptar a dos hermanitos, Jero y Leo.
En entrevista exclusiva con TVyNovelas, Addis compartió detalles de este emotivo proceso.
¿Cómo llevas la maternidad junto con tu exigente carrera como periodista?
Con mucha responsabilidad. En este trabajo estamos en todas las fiestas, menos en las nuestras; en todos los sepelios, menos en los de nuestros seres queridos. Estamos en todo, menos en lo que nos incumbe directamente. Hay que ser muy cuidadosos para que eso no nos afecte.
¿Siempre quisiste ser mamá?
Sí, y viví un duelo que muchas mujeres enfrentan. Primero, batallé mucho para embarazarme. Me llené de hormonas y empecé a tener síntomas alarmantes: me desmayaba, sufría síncopes y, en un principio, creyeron que era un problema cardíaco. Los médicos me dijeron que nunca podría embarazarme.
¿Qué pasó después?
Me informaron que debían extirparme la matriz. Con eso, se fueron todos mis sueños y esperanzas. Pero no imaginaba lo que vendría después. Fue muy duro: tenía miomas que afectaron el embarazo. Salvé mi vida, pero fue una experiencia devastadora.
¿Se supera ese dolor?
No del todo. No tienes idea de dónde reside ese dolor hasta que te arrancan algo así. Cuando pierdes una parte tan íntima, entiendes que estás en un lugar donde pocas mujeres han estado, y sólo Dios puede ayudarte.
Es muy fuerte...
Sí, es una mutilación invisible. Me reduje el busto y eso se nota, pero la matriz... aunque no se vea, duele en el alma. Es una pérdida que te marca en muchos sentidos. Tienes que reconectarte con tu feminidad y reinventarte.
¿Cómo fue el proceso de recuperación?
Sólo podía hacer lo básico: bañarme, lavarme los dientes y arreglarme un poco el cabello. Mi esposo me apoyó en todo, y con el tiempo, empezamos a ver las cosas de otra manera.
¿Cuándo decidieron adoptar?
Leo y yo fuimos el ejemplo perfecto de todo lo que no se debe hacer. Tomamos el curso de adopción y gracias a él entendimos nuestros errores. Pasamos por pruebas muy difíciles antes de recibir la noticia que nos cambiaría la vida.
¿Qué obstáculos enfrentaron?
Imagínate esto: en Guadalajara, un hombre le “regaló” a su hija a un taxista. Fuimos a verla y nos metimos en una situación terrible, al borde de las amenazas...
¿Y qué pasó con la niña?
Tuve que renunciar a esa posibilidad.
¿Cómo fue el encuentro con tus hijos?
No supimos que eran ellos hasta el último momento. Cuando nos conocimos, nos abrazaron, pero estaban tan nerviosos que empezaron a lanzarnos cojines y juguetes. No sabían cómo manejar esa emoción, y nosotros estábamos igual.
¿Qué ha sido lo más difícil en estos dos años?
Que mi hijo menor enfermara. Lo operaron de emergencia hace poco, y hasta ahora, ha sido la prueba más dura.
¿Qué ha cambiado en ti desde que eres mamá?
Nunca antes había tenido tanto deseo de vivir. Quiero estar aquí para verlos crecer, incluso cuando ya no me necesiten. Sólo anhelo vivir, y me duele no haber llegado antes a sus vidas. Pero ahora que estamos juntos, mi único deseo es que Dios me permita verlos convertirse en adultos felices.