Si te pasa esto, considéralo como un regalo divino del sueño y solo disfrútalo
Pasa como unas tres veces al mes. Es en esa especie de nebulosa tierra de nadie que hay entre el sueño y la vigilia, mientras me aferro a algún sueño vagamente erótico que no puedo precisar con exactitud, cuando siento que algo se está cociendo lentamente dentro de mí. Cuando me despierto, estoy teniendo un orgasmo.
Estos ?orgasmos nocturnos? no necesitan de ningún tipo de trabajo, ni físico ni mental. De hecho, hay muchas personas, sobre todo mujeres, que no pueden alcanzar el clímax durante la vigilia, pero sí pueden hacerlo mientras duermen.
La mayoría de los orgasmos en sueños tienen lugar durante la fase REM (QUINTA ETAPA DEL SUEÑO).
Esto se debe a una sofisticada conjunción cuerpo-mente. En este periodo del descanso nocturno no es solamente cuando se producen los sueños sino, cuando la sangre fluye con más fuerza hacia ciertas áreas del cuerpo como los genitales, algo que ocurre también cuando una persona se excita o tiene actividad sexual.
Según un artículo publicado en la revista Fusión por la psiquiatra y terapeuta sexual Madeleine C. Castellanos, “el cerebro reconoce que hay más flujo sanguíneo en estos tejidos y lo interpreta como excitación sexual”. Si a esta información se le une una mente más relajada, en la que los controladores aéreos no han empezado aún su jornada laboral, se obtiene una situación propicia para que se produzca esa maravillosa y placentera descarga mental llamada orgasmo.
Lo interesante respecto a los sueños sexuales y los orgasmos, según la doctora, es que cuando se duerme, aún más en las mujeres, se puede vivir de manera más intensa que aquellos que se experimentan de manera consciente. “Esto es porque cuando uno está dormido hay menos inhibición y menos restricción consciente. Escáneres de la actividad cerebral muestran que ciertas áreas del cerebro se apagan, las que procesan información del exterior, actividad motora y emociones, cuando hay un orgasmo. Algo muy similar a lo que ocurre cuando se duerme, y que puede explicar por qué hay menos barreras para una intensa excitación sexual.
Además, los sueños proporcionan la ventaja de que el inconsciente pueda diseñar un escenario a medida, sin barreras de ningún tipo, apto para nuestras fantasías”.
TEXTO: MIGUEL SORIA CASTAÑEDA
INFORMACIÓN: BUZZFEED, MI MÉDICO Y VICE
