Este 2018 es el año para dejar de lado la vergüenza o ciertos prejuicios, anímate a explorar más tu sexualidad.
Si tienes una relación de pareja o estás disfrutando de la soltería más que nadie, el sexo forma parte importante de tu vida y debe estar incluido en todos esos propósitos de año nuevo. Lleno de sexo, funcional y felicidad, te dejamos estos propósitos sexuales para este año que comienza.
Hazlo más veces.
Aumentar la frecuencia de tus relaciones sexuales: más veces a la semana y por relación.
Toma la iniciativa.
Lo habrás oído y leído mil veces, pero lo has llevado a la práctica? Sorpréndelo, el cambio le hará verte con otros ojos.
Autoplacer.
Hay que quererse y para quererse hay que empezar por uno mismo. Acariciar nuestro cuerpo, besarlo, rozarlo, mimarlo y admirarlo es esencial. Cuídalo y hazle sentir.
Vacaciones sexuales.
Planear una escapada romántica para disfrutar el uno del otro sin salir de la habitación del hotel. Fuera móviles, fuera televisión y cualquier distracción. El mundo somos tú y yo.
Crea tu propia película XXX.
Una cámara de vídeo, una habitación y dejar volar la imaginación. Ustedes marquen el guión.
Cumple tus fantasías sexuales.
Todos tenemos. Algunas son sólo para imaginarlas pero otras podemos cumplirlas, ¿cuál eliges?
Logra más de un orgasmo.
Es más fácil de lo que crees, de hecho, el cuerpo de la mujer está preparado para tener más de un orgasmo. Es sólo cuestión de práctica: cuando llegues al clímax, sigue estimulándote.
Haz alguna locura.
No tienes que volverte aburrida y súper responsable. Dile que pare el coche cuando vayas de viaje y pídele que te haga el amor, atácale en el parking o en el baño de un local. Es decir, no contengas tus deseos sexuales.
Cuidarme y proteger a mi pareja.
Se debe tener la información adecuada, saber de métodos anticonceptivos, del uso del condón y algo muy importante, conocer de anticoncepción de emergencia.
Superar tus bloqueos sexuales.
Los bloqueos sexuales tienen que ver con creencias que están ahí y nos impiden disfrutar plenamente nuestra sexualidad. Puede ser un tabú cultural, una creencia religiosa o problemas con tu pareja, y hasta no identificarlos no podremos derribarlos.
TEXTO: MIGUEL SORIA CASTAEÑDA