Algo parecido a la muerte por mil cortes, hacen los cobardes para terminar una relación
Muerte por mil cortes. La práctica consistía en descuartizar al reo, que previamente era drogado con opio y atado a un poste. Los pedazos del cuerpo eran depositados ante el reo, que era mantenido con vida hasta terminar con una decapitación o la extracción de un órgano vital.
Todo terminaba cuando el condenado moría desangrado a causa de los cientos de cortes. Ninguno estaba hecho para lesionarlo fatalmente, pero todos juntos eran una sentencia de muerte.
Algo similar pasa en las relaciones, y con más frecuencia. Cuando alguien en una relación no tiene el valor para expresarse con sinceridad y confesarle a su pareja que ya no tiene más interés en ella, suele utilizar consciente (e inconscientemente) métodos de autosabotaje con el objetivo de que sea la otra parte quien ponga fin a la relación.
Probablemente es incapaz de hablar con la verdad, la persona que quiere finalizar la relación, empieza una cadena de fallas que, tarde o temprano, terminarán cansando a su pareja y orillándola sutilmente a terminar.
Uno de los principales síntomas de que alguien está saboteando un romance con esta técnica es un cambio súbito de comportamiento, acompañado de pequeños ?cortes? que habrán de desgastar la relación poco a poco, como la cancelación de citas, ignorar llamadas o mensajes vía web, evasión en redes sociales y el típico alejamiento que deja la sensación malsana de que las cosas ?ya no son como antes?.
TEXTO: MIGUEL SORIA CASTAÑEDA