María Antonieta de las Nieves hasta se inyectó aceite en las piernas para que lucieran mejor.
María Antonieta de las Nieves, mejor conocida como La Chilindrina, confesó que estuvo al borde de la muerte debido a una cirugía estética a la que se sometió para mejorar su imagen.
La popular comediante mexicana se refirió en especial a una intervención que se hizo a los 15 años cuando se dejó inyectar aceite en sus piernas para que lucieran más ?llenitas?.
?Fui con una amiguita porque todas se estaban haciendo ese tratamiento, todas? el 80 por ciento de las actrices se inyectaban para verse sexis. Yo tenía las piernas delgaditas??, contó la actriz.
Pero no fue hasta los 40 años que aparentemente el aceite que se inyectó tuvo consecuencias casi fatales al ocasionarle una tromboflebitis.
?Estaba en Estados Unidos en una presentación y me dije ?Dios mío, ¿qué me pasa? ¡No puedo caminar!?. No me podía sostener y cuando me veo las piernas era la cosa más impresionante que había visto en mi vida, eran unas canicas verdes lo que yo tenía adentro de las venas?, recordó.
Y recalcó: ?Fueron las inyecciones? Voy a ver un especialista amigo mío y me dijo ?niña tienes tromboflebitis y eso es una cosa muy delicada, no te puedes mover hasta que no encontremos como sacarla porque si una de esas caniquitas se va al corazón o a la cabeza te mueres?. Estuve cuatro meses en una cama con las piernas levantadas?.
Pese a esa terrible experiencia, María Antonieta continúo haciéndose cirugías, en especial en el rostro. ?Era la suegra de un cirujano plástico muy reconocido que después me operó la nariz?, dijo, al indicar que luego decidió rellenar su cara usando la grasa de su cuerpo.
?Me veía muy demacrada y yo no quería verme gorda pero quería verme más llenita?, señaló, al recalcar que a pesar de que hizo pruebas de alergia, cuando le pusieron las dolorosas inyecciones ?me paralicé del dolor?.
María Antonieta aseguró que ?me sacaron de acá (grasa de los lados del torso) y salí alérgica a mi propia grasa. Se me hicieron una bolas horrendas en la cara?.
Pero su viacrucis con las cirugías no acabó ahí, pues luego se hizo una cirugía en el busto que quedó peor de cómo estaba.
?Cuando tuve a mi tercer hijo al darle la leche se me hicieron bolitas incrustadas en el busto. Me pusieron una inyección que yo no quería, el doctor me las quitó, pero no quedaron igual. Voy con una doctora, según muy buena, una supuesta prima, y le dije que me quería quitar dos tallas y los hoyos que me habían quedado en el busto?, expresó.
Y agregó: ?Cuando me las vi me sentí Frankestein, puedo decir que un pezón veía al cielo y el otro al piso?, manifestó, al contar que por culpa de dicha cirugía ha pasado momentos muy angustiantes en su vida.
Una de las heridas se le abrió y no se le cerraba. ?Eso no terminó ahí, abajo de la prótesis había una mancha que pensaban era cáncer. Dios mío, me hicieron una biopsia y eran ramificaciones calcificadas pegadas en el pecho y me las tuvieron que sacar?, concluyó.
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