Con motivo de la llegada de Francisco a México, la periodista María Antonieta Collins nos comparte su experiencia con él durante la visita que hizo a Cuba y Estados Unidos.
En el marco de la inminente llegada de Francisco a México, María Antonieta Collins evoca su encuentro con el Vicario de Cristo. La periodista cubre el Vaticano desde hace 30 años, y para ella, este tipo de comisiones internacionales no es una cuestión de moda, sino un tema que requiere de mucha preparación. Tuvo el privilegio de seguir de cerca el papado de Juan Pablo II, su muerte y beatificación; estuvo enel viaje del papa Benedicto XVI a Cuba y México en 2012, así como también en su renuncia en 2013. La comunicadora nos habla de la personalidad de Jorge Mario Bergoglio, su humildad y demás rasgos que lo convierten en un representante de la Iglesia del pueblo y para el pueblo.
?ME ACERQUÉ A ÉL PORQUE HABÍA UN PLAN DIVINO?
¿Cómo es una entrevista con el Papa? Forma parte de algo que he estudiado y para lo que me he preparado por muchos años. Este es el tercer Papa al que tengo acceso. Nunca nadie tan cercano como Francisco, porque no había el milagro de que fuera un pontífice hispano y hablara español. Para nosotros es extraordinario el hecho de que, por primera vez, entrevistemos a un Papa latino.
¿Qué fue lo que más te llamó la atención de la personalidad de Francisco?
Es un hombre que ha abierto una Iglesia al cambio, una Iglesia que la gente quería ver y escuchar, que tiene cero tolerancia al abuso sexual por parte de sacerdotes. Es un hombre que observa mucho, y lo que más me llama la atención de él es que no es Su Santidad el que te está hablando; cuando estás cerca de él, quien te está mirando y hablando es el sacerdote de cualquier iglesia. No habla como el Papa, sino como un cura, un sacerdote.
¿Cómo lo describirías?
Un hombre que le gusta ser conocido por ser una persona que irradia bondad, con un estilo muy personal.
¿A qué atribuyes la popularidad y carisma de Francisco?
Es una persona que puede decir en un sermón lo que le pegue la gana, y no permite que nadie le ponga barreras, él es así. Rechazó los zapatos rojos, ponerse por más tiempo la estola pontificia y una seguridad como la del papamóvil para que no lo cubriera. Quiere seguir siendo el padre Jorge Mario.
Cuéntanos lo más importante que te llevas de esta experiencia papal...Cuando le entregué las empanadas, su mirada y sonrisa reflejaron su felicidad. Le dije que eran producto de las manos de inmigrantes argentinos llegados a Miami. Él quiere mucho a los inmigrantes. Y por otro lado, cuando le hablé de los abusos sexuales de sacerdotes, su mirada fue extraordinaria.
A nivel personal, las dos bendiciones que me dio. Hasta ahora recuerdo su mano encima de mi cabeza, cubriéndome completamente.
“TIENE UN GRAN SENTIDO DEL HUMOR”
¿Cuál fue el recorrido que hiciste con el Papa?
Fuimos a La Habana, Holguín y Santiago de Cuba. Luego, de Cuba volamos a Washington D.C., Nueva York y Filadelfia.
¿Alguna anécdota?
Cuando le di a bendecir un montón de rosarios, me dijo: ?¡Niña! ¿Pero vos los vas a vender?? (risas). Un Papa muy ocurrente? Tiene un gran sentido del humor.
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