¿Por qué nos gustó tanto X-23: Inocencia Perdida?

¿Por qué nos gustó tanto X-23: Inocencia Perdida?

Ya está a la venta la novela gráfica X-23: Inocencia Perdida, el origen de la ?hija? de Wolverine

Leer una novela gráfica siempre te hace sentir un poco nostálgico sobre tu infancia. Algo en los gráficos te recuerda mucho los cómics que llegaban a tu mano cuando niño, pero en el caso de X-23: Inocencia Perdida la historia es la que te genera un sentimiento de melancolía, y es que sigue la vida de una pequeña que es creada en un laboratorio con un sólo propósito: el de convertirse en un arma.

Todo comienza con la llegada de la doctora Sarah Kinney a los laboratorios de Martin Sutte, donde el hijo de Dale Rice, asesinado a manos de Wolverine cuando escapa del proyecto Weapon X, busca crear una nueva serie de mutantes diseñados genéticamente, para dejar de buscarlos por todos lados y tener un ejército de ellos.

La belleza de X-23 radica en el personaje principal, una pequeña que nace precisamente en estos experimentos, como un prototipo de lo que serán los nuevos soldados, y que comienza desde muy joven a matar, con las habilidades de Wolverine, de quien fue clonada.

Si la historia se te hace familia es porque X-23 es precisamente Laura Kinney, la niña que sale en la última entrega de la saga de Wolverine, Logan, y que todavía encuentras en cines de la Ciudad de México, por lo que no puedes perderte esta novela que ya está a la venta de forma exclusiva en Sanborns.

TEXTO: BERENICE VILLATORO VÁZQUEZ.

INFORMACIÓN: X-23 INOCENCIA PERDIDA.

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