19 años tenía Stephanie Salas cuando quedó embarazada de su hija Michelle, producto de un fugaz romance con Luis Miguel, quien fuera de sus grandes amigos de la adolescencia.
Sin hacerse el padre cargo de la pequeña, la hija de Silvia Pinal decidió continuar con el embarazo debido al deceso de su hermanita Viridiana.
“Le tomé un cariño incluso muy maternal. El día que me embaracé, tenía eso muy presente, el amor que yo tenía con mi hermana, esa sensibilidad, que el día que yo me embaracé fue de los motivos por los que siendo aún muy joven dije ‘va’, porque eso que viví fue algo irreparable”, dijo en entrevista al Burro Van Rankin para el programa Hoy.
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Ante la mala racha que vivía su familia, el embarazo de Stephanie fue “un rayo de luz”, así lo recuerda la actriz.
“Sentí que a mí se me abrían los ojos a la vida, que se me iluminaba la vida y me encaminaba hacia algo muy bueno. Me hace crecer como mujer, me hace tomar fuerzas, me hace tomar agallas y decirle a mi mamá ‘sí, estoy embarazada, es mi vida’”.
La intérprete compartió que tras concluir sus estudios de preparatoria comenzó a participar en las producciones de Ernesto Alonso, y así pudo hacerse cargo económicamente de su bebé.
Tras reconocer en 2017 que había una relación cercana con su padre, Michelle se molestó ante el estreno de la serie biográfica del cantante, misma que pintó la relación con su madre como el producto de un “despecho” provocado por la ruptura con Mariana Yazbek.
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