Hace dos años, la vida de Paola Rojas dio un giro de 180 grados, luego de que se filtrara un video de su entonces esposo, Luis Roberto Alves ‘Zague’, en una situación sexual muy comprometedora, y que culminó con el divorcio de la pareja Tras este evento, la periodista asegura que a pesar del duro golpe que recibió, lo primero que pensó fue en proteger a sus hijos, Leonardo y Paulo, entonces de 6 años, para que recibieran el menor daño posible tras los actos de su papá. “He hablado muy poco del tema porque es durísimo, porque todavía me duele, y porque además tomé la decisión… A ver, tú que tienes hijos, son lo más importante para ti, ¿no? Obviamente los míos son lo más importante para mí, y mi deber es protegerlos”, externó Paola ante el conductor Yordi Rosado en entrevista para el programa La última y nos vamos.
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Nos vemos en #NetasDivinas, hoy 1:30 p.m. por @canalunicable.
La comunicadora aseguró que en ese momento, decidió no hablar en público de nadie importante para sus hijos, en este caso, su propio padre. “Tomé la decisión, de entrada, de no hablar nunca en público, de nadie que sea importante para mis hijos, ni nombrar siquiera a alguien que sea importante en la formación ya la vida de mis hijos. También hay episodios que no es buena idea que mencione públicamente, al menos por ahora, porque todo lo que diga, ellos lo pueden ver y yo se los quiero poder explicar”. “Conforme vayan teniendo edad, ahora tienen 8 años, habrá cosas que podrán ir entendiendo. De entrada eso ha sido muy claro y me ha permitido llevar una hoja de ruta, en todo esto que ha sido muy complicado y públicamente ha sido brutal”, señaló sobre sus gemelos, fruto de su matrimonio de 9 años con el exfutbolista. Cuando el escándalo se suscitó, la gente a través de redes sociales, no solo hizo blanco de burlas al ahora comentarista deportivo, sino que descargaron la mismas, además de una serie de ataques sobre la conductora de ‘Netas divinas’, quien tuvo que enfrentarse emocionalmente a todo tipo de obscenidades. “Probablemente de lo más dañino y de lo más nocivo, fueron todos estos, no ataques, porque no eran exactamente eso, (pues) cuando tenemos una profesión como esta sabemos que de alguna manera renunciamos a la privacidad, pero una cosa es traspasar el límite de la privacidad y otra, traspasar el límite de la intimidad, y con eso que pasó, muchos sintieron que se valía llegar hasta mi intimidad, porque de alguna manera se abrió esa puerta, y muchos se metieron, y me escribieron tantas cosas, tanta obscenidad…”, reveló con los ojos llenos de lágrimas. “Ni siquiera podía detenerme a atenderme a mí, porque había muchas cosas por resolver, muchas personas por proteger y contener. No me di cuenta, no dimensioné el daño que me estaban haciendo todos esos mensajes tan obscenos y tan fuertes”, admitió, tras lo cual, no pudo contener el llanto. La charla entre Yordi y Paola continuó, y se encaminó a otro problema que tuvo que enfrentar Rojas en este lapso, pues el año pasado, tuvo que ser operada para retirar unas células enfermas que fueron detectadas a tiempo en su útero, y que podrían haber desarrollado cáncer. “Justo después tuve un tema médico fuerte que claramente somaticé, el año pasado me tuvieron que operar dos veces, terminé en el oncólogo y justamente en el útero. Me conmueve lo que hizo mi cuerpo”, haciendo referencia a que esta fue la manera en cómo su organismo tradujo las dificultades emocionales que atravesaba. La titular del noticiario vespertino de Radio Fórmula, indicó que la presión de los medios de comunicación fue demasiada, pues en cualquier lugar a donde fuera, la perseguían para obtener una declaración sobre el video sexual de su marido, incluso, delante de sus hijos. Asegura que incluso para salir o llegar a sus lugares de trabajo, era muy complicado: “Era eso y el acoso de los medios, los periodistas en todas partes y si yo no paraba, porque seguía haciendo mi noticiero de radio, el de tele, ahí estaban”. Incluso, narró que en una ocasión, ante el acecho de los repoteros, para salir de la estación de radio, tuvo que saltar por los techos de varios edificios, para poder librar la barrera de cámaras y micrófonos que sabían, no obtendrían la respuesta que buscaban.
