La primera alarma sobre su separación, surgió cuando George Seely borró todas las imágenes que tenía con Marlene Favela y su hija de Instagram
No han pasado muchos días desde que Marlene Favela anunció que pidió el divorcio a George Seely, pero sí otros tantos desde que el australiano desapareció de su vida en redes sociales, a su todavía esposa y la hija de ambos, Bella, luego de que decidiera volver solo a su país natal, incluso antes de que comenzara la cuarentena por la pandemia de COVID-19.
Ver esta publicación en Instagram
El empresario de ascendencia libanesa, habría borrado de la noche a la mañana todas las fotografías de la bella mexicana, que eran mucho más de la mitad de sus publicaciones en Instagram, incluidas las de su romántica boda y las de la pequeña Bella, quien nació en octubre del año pasado. A mediados de junio, Seely volvió a tener actividad en su cuenta, compartiendo cómo estaba pasando el verano en Australia. Luego, también apareció en la cuenta oficial creada para la bebé de casi 9 meses, comentando en algunas de sus fotografías, cosas como: “Aunque no pueda verte todos los días, estás en mi corazón para siempre. Seré tu papá y tu protector hasta el día que muera”, o poniendo emojis amorosos, o palabras como “Hermosa” en las imágenes.
Ver esta publicación en Instagram
Ahora, la expareja de la protagonista de Gata Salvaje, hizo la primera publicación en su “renovado” Instagram, quizá como una muestra de acercamiento a su pequeña, con un repost de una tierna foto de su hija. En la postal, Bella mira sonriente a la cámara con un hermoso vestido blanco con detalles de flores y cintas verde agua. George escribió: “Amo tu sonrisa, Bella”, y lo acompaño de varios corazoncitos de color rosa.
Ver esta publicación en Instagram
El post tiene en un día, casi 20 mil ‘me gusta, y muchos comentarios reclamándole que haya dejado perder a su linda familia, o cómo pudo haberse ido del lado de su hermosa mujer e hija. Otros más, le invitan y aconsejan a que haga todo, por recuperarlas y vuelvan a estar juntos, o bien, que en verdad sea un gran padre, aún separado de la mamá de su retoño.
