“Esta sentencia trasciende por mucho mi caso personal”.
La cantante y actriz Sasha Sokol dio a conocer a través de su cuenta de Instagram que la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) publicó dos nuevas tesis de jurisprudencia de aplicación obligatoria que implican consecuencias legales ante relaciones impropias entre menores y adultos.
El cambio surgió tras el proceso histórico judicial iniciado por Sokol contra el productor musical Luis de Llano, el cual provocó amplias discusiones sobre la protección de víctimas y criterios de prescripción en el país.
“La Suprema Corte ya publicó las dos tesis de jurisprudencia que, a partir del 1 de septiembre, son obligatorias para todos los jueces y tribunales de nuestro país”, informó la cantante.
El caso de Sasha motivó un debate a nivel nacional sobre la violencia sexual y el acceso a la justicia para las víctimas que denuncian después de años de sufrir los hechos.
El principal cambio introducido con la tesis 200/2025 es que las relaciones impropias entre menores y adultos ahora se consideran un hecho ilícito bajo la figura de violencia sexual.
“La víctima tiene derecho a reclamar indemnización”, señala textualmente la nueva legislación.
Esto significa que, a partir de este mes (septiembre), cualquier persona afectada podrá solicitar reparación económica sin depender de interpretaciones específicas del juez, algo que anteriormente provocaba resoluciones dispares.
La segunda tesis, 201/2025, establece que el derecho de reclamar esa indemnización es imprescriptible. Es decir, la víctima podrá exigir reparación aunque hayan pasado años desde la agresión.
“Celebro que antes de partir, hayan sumado a su legado jurisprudencial estas herramientas que amplían los derechos de las víctimas y contribuyen a un sistema de justicia más humano”, mencionó Sasha Sokol en su comunicado.
El caso de la exTimbiriche cobró relevancia, pues Sasha expuso cómo las estructuras legales anteriores favorecían la prescripción, dejando de lado y sin reparación a quienes denunciaban abusos años después.
“A los catorce años no tuve herramientas para comprender lo que me estaba pasando, mucho menos para defenderme. El abuso de Luis también sucedió al manipular la verdad con declaraciones falsas como que mis papás estaban de acuerdo, o incluso mintiendo ante el juzgado al declarar que la relación no había existido más que “en la mente de una niña fantasiosa.
Por eso la justicia lo ha condenado por el abuso continuo; desde la relación sexual hasta el daño moral.
Llevar las cosas hasta aquí me ha devuelto la capacidad de acción. Hoy tengo en mis manos las riendas de mi vida y puedo cuidarme.
Estabilizar la verdad es el principio de la reparación”.