Ricardo Peralta estuvo a punto de perder su carrera en los medios, pero se reconstruyó con terapia psicológica y estrenó un show que ha sido un bálsamo para su corazón
A Ricardo Peralta la vida le ha enseñado que el escenario puede ser el mejor diván. Hace un par de semanas, el comediante y creador de contenido se presentó en el Lunario del Auditorio Nacional con un evento que muchos evitarían, pero que él abrazó como un ritual de catarsis: un roast. En un juego de ironías y chistes afilados, Peralta se subió al escenario para ser el centro de las burlas... y, paradójicamente, de la sanación. Esta primera presentación fue el preámbulo de una gira y nuevas fechas que lo harán recorrer varios lugares con un mensaje de reflexión.
“Estoy muy feliz y emocionado porque sí tenía nervios, miedo y estrés de que no fuera a llenarse y aparte de que no vendiera boletos y que la gente se pudiera agarrarse de eso para decir que fue un fracaso. Y yo no quería más esa narrativa, pero bendito sea Dios que mis seguidores ahí siguen, los de verdad, no los árabes (risas), entonces llenaron mi primera fecha en seis horas, me siento como Shakira”, declaró Ricardo a TVyNovelas.
Y cómo no sentirse como la diva del pop cuando, tras meses de ataques, memes crueles y cancelaciones digitales debido a su comportamiento en La casa de los famosos México, la gente vuelve a aplaudirle.
“Sí, ha sido muy rudo el internet, los medios, el pueblo mexicano, digo, entiendo la dureza y la rudeza de la respuesta a un reality por haber sido un pésimo participante de La casa de los famosos, pero creo que también, después de este tiempo he logrado entender muchas cosas sobre mi participación, sobre las metidas de pata que cometí, todo eso me hizo reflexionar y ahora me siento en un mejor lugar en el que ya puedo afrontar estas cosas, o sea, dar un show y lo que venga. La verdad es que sí estoy bien agradecido con el fandom, con los seguidores porque siguen confiando en uno”, confesó con honestidad.
“A VECES NOS CUESTA RECONOCER NUESTROS ERRORES”
En su primera fecha del roast, Peralta fue acompañado por amigos y colegas comediantes. Resultó, en sus palabras, “un bálsamo para su corazón después de momentos tan complicados y tan difíciles”.
Y es que el roast, más allá de las bromas ácidas, es también un ritual de aceptación. “También se vale hacer chistes de las desgracias, de las situaciones que no son tan buenas. Un roast es justamente eso, están varios amigos y comediantes que amo y admiro, o sea, muy bueno y creo que la comedia sana, ya volví a reto- mar ese pensamiento, pensaba que para qué llorar, que era mejor reír y ya me acordé, porque sí hubo un rato que lloré, pero ahorita ya me ando riendo”.
Para Ricardo, este regreso a los escenarios no ha sido producto de la improvisación ni de un impulso, sino de un proceso de introspección y trabajo psicológico profundo.
“Yo sigo en terapia, ha sido un trabajo de seis meses con mi terapeuta, a quien le estoy muy agradecido, fue en abril cuando NAMILLA me soltó, ya nada más nos vemos cada mes para ver cómo vamos, qué pasó y todo eso. Por eso estoy muy emocionado del avance que di”, contó a TVyNovelas.
Y agregó, con la madurez de quien ha caminado por la tormenta: “No ha sido una sola reflexión, sino muchas, una de ellas y yo creo que la más importante es reconocer, creo que a veces como humanos hay una parte de nosotros que nos cuesta mucho reconocer los errores y luego de reconocerlos, trabajarlos y afrontar todo lo que pueda venir, hay que aceptar las metidas de patas por mi lengua larga y mi boca floja. Hay que revisar y entender el comportamiento para tratar de ser un mejor ser humano para esta sociedad”.
“HUBO GENTE QUE ME DIO LA ESPALDA”
Así como Ricardo hizo limpieza interna, también la hizo externa. “Pues hubo mucha gente que yo conocí en el camino de creadores de contenido y me dieron la espalda y tampoco estoy esperando que regresen esas amistades, de hecho, qué bueno que se fueron. Me quedo con la gente que sigue ahí, Mauricio Mancera, César de Pepe y Teo, mi novio, pero sí fue una limpieza muy padre y muy pura”, afirmó.
Esas amistades, las que se quedaron, son también parte del espectáculo. El show dura aproximadamente dos horas, el primero lo grabó y posteriormente será transmitido en su canal de YouTube. Además, ya se planea una gira nacional para finales del año, con paradas en ciudades como Guadalajara, Monterrey, Mérida, Puebla y Tijuana.
Aunque las puertas de la televisión siguen abiertas para él, Ricardo ha optado por cerrarlas, al menos por ahora. “Sí, me querían para Survivor como villano, pero les dije que ya había ido y como fui villano en La casa de los famosos querían que repitiera el rol, pero no, no hubo manera. También me estaban buscando para La isla, de Telemundo, pero no quise, la verdad es que mi sueño ahorita no es continuar haciendo realities, ya estuve en los dos más importantes de México que son La casa de los famosos y MasterChef, entonces ahora vamos a continuar haciendo otro tipo de actividades”. Hoy su prioridad es reír y hacer reír. Y si en el camino también se sana, entonces la risa habrá cumplido su propósito más profundo.