A raíz del éxito de Chespirito: Sin querer queriendo, la bioserie que revivió la vida del comediante, Paulina Gómez Fernández sorprendió al publicar en Instagram un video inédito con imágenes de él y su primera esposa, Graciela Fernández, en una escena llena de amor familiar.
En esta grabación, no incluida en la serie, aparecen Roberto Gómez Bolaños y Graciela Fernández en un balcón, disfrutando de un instante silencioso y cargado de complicidad. Paulina escribió:
“Jueves de seguimos extrañando a Chespirito, sin querer queriendo. Esto no salió en la serie... pero hace poco vi una entrevista donde mi papá hablaba de este viaje y encontré esta película”
El material fue acompañado de un mensaje que fomentó la nostalgia: la pareja aparece serena, juntos y fuera del escenario, evocando lo que fue una etapa íntima llena de amor, lejos del ojo público.
Las reacciones del público
El video se viralizó rápidamente generando respuestas emotivas:
- “Por favor publica todo lo que tengas y encuentres de esta época de matrimonio de tus padres”.
- “Qué mujer más guapa y elegante”.
- “Qué bonito cuando dos personas que decidieron formar una familia se percibe. Lamentablemente no todo dura para siempre”.
Además, fanáticos y colegas como Esteban Valdés, hijo del actor Ramón Valdés, manifestaron su esperanza de que este tipo de contenido se incorpore en futuras temporadas o producciones que enriquezcan la memoria del comediante.
Graciela Fernández prefirió estar lejos de los reflectores
Esto nos recuerda una vez más que, antes de que el mundo conociera el mediático romance entre Chespirito y Florinda Meza, existió una historia más discreta pero igual de profunda: la que vivió con Graciela Fernández, su primera esposa.
Su relación comenzó cuando él aún no era famoso, sino un creativo en publicidad que apenas incursionaba en la televisión. Se casaron en 1968, cuando ella tenía apenas 15 años y él 22. Juntos formaron una familia numerosa con seis hijos y, aunque Roberto Gómez Bolaños alcanzó fama mundial, Graciela siempre eligió permanecer lejos de los reflectores, protegiendo su intimidad y la de sus hijos.
Este video es una reliquia que trasciende la pantalla. Son tan solo unos segundos, pero unos segundos llenos de amor.