Te contamos las desventajes que tiene pelearse con tu ser querido por mensajes de texto
Seamos sinceros: todos nos hemos enfrentado con nuestra pareja o con un ser querido a través de mensajes de texto, ya sea por Facebook Messenger o por Whatsapp, siendo esta última la más común y popular para hacerlo.
Recientemente expertos en relaciones sentimentales recomendaron no hablar temas claves o iniciar discusiones por las redes de mensajería instantánea. Aunque parezca que el diálogo en esta forma es sencillo y que el otro actúa como esperamos, nosotros te contamos por qué no es lo mismo y debes evitarlo a toda costa.
Primero que nada, tenemos que saber que el celular pone a nuestro cerebro en un estado de alerta permanente. Respiramos distinto, no actuamos pausadamente y nos mantiene en un estado de alerta. Los estímulos de la pantalla, los sonidos, y la carga eléctrica del celular nos deja mucho más ansiosos, entonces, no podemos evaluar la respuesta correcta, más acorde al tema que se plantea. Cuando estamos enmedio de una discusión, multipliquemos todas estas sensaciones. ¿Lo ves? Por este medio quizá escribas de manera diferente frases de las que luego te arrepientas, que frente a frente no hubieras dicho jamás de los jamases.
Otra de las razones es que todo lo dicho, ya sea lo bueno como lo doloroso, queda guardado. Lo que permite que, dentro de un tiempo, podamos volver a revisar conversaciones para buscar promesas incumplidas, acuerdos rotos o actitudes que no nos hicieron bien.
De igual forma, el estado “en línea” es otro gran problema. Puede ser que haya dejado el celular en línea sin querer o que ya no se esté conectado pero que el teléfono tarde en recibir esta información. Lo mismo sucede con la última hora de conexión, es un gran enemigo de las parejas. “Vi que tu hora de conexión fue...” es el mayor problema para la discusión infinita.
Hay que entender que existen personas que simplemente odian comunicarse a través de redes sociales o sistemas de mensajería instantánea. Ellos siguen prefiriendo el contacto cara a cara, el abrazo, un saludo espontáneo, las charlas con un buen café, por lo que dejan el celular arrumbado o lo utilizan para momentos especiales: emergencias o avisos urgentes.
Esto pasa, en su caso, porque en el chat no hay gesto, no hay presencia real, no hay tono de voz, ni mirada. No hay piel, ni hay sensaciones que se producen (de simpatía o rechazo) naturalmente frente al otro. Cada uno le atribuye valores propios a la palabra escrita o al emoji, que pueden coincidir o no con lo que se pretende comunicar del otro lado.
Las palabras se malinterpretan, muchas veces, cuando se tarda en responder, creando nuevos conflictos a los ya existentes.
Por todo esto, te sugerimos que cualquier problema que tengas con alguien lo trates frente a frente, o incluso con una llamada telefonica. Ni grandes secretos, ni noticias, ni peleas, ni reclamos deberían ser iniciados por WhatsApp.
A veces, si comenzamos el diálogo por estos medios, le quitamos la posibilidad al otro de responder de maneras más concretas. Si es la otra persona la que inicia la pelea, es mejor responderle con un "¿lo hablamos personalmente?”.
INFORMACION: EL CLARIN, LA PRENSA
FOTOS: ARCHIVO
