VERÓNICA CASTRO se emocionó muchísimo al recibir la visita sorpresa de su nieta RAFAELA en Pequeños Gigantes, y la nena probó que lo suyo también es el escenario
Texto: Liliana Lejarazu Fotos: Producción Pequeños Gigantes, José Luis Ramos
Como regalo del Día de las Madres, Verónica Castro fue sorprendida en el séptimo programa de Pequeños Gigantes con la visita de su nieta Rafaela, quien viajó desde Colombia acompañada de su madre, Paola Eraso. Galilea Montijo le pidió a la Vero que cerrara los ojos, y le pusieron un audio en el que se escuchaban las voces de su mamá, doña Socorro, y su hijo Cristian, para después hacer entrar al escenario a Rafaela, quien interpretó una canción muy especial dedicada a su abuela. La actriz abrió los ojos y no podía creer que ahí estaba su nieta, y se le salieron las lágrimas de la emoción. Sobre esta grata experiencia, entrevistamos a la bella juez, a Rafaela y a su mamá. “RAFAELA ES UNA NIÑA MUY CARIÑOSA” ¡Vero, qué gran sorpresa...! ¡No puedo más! ¡Está de infarto! Paola, eres divina; te lo agradezco mucho, ¡yo no me lo esperaba! Primero me hacen cerrar los ojos y escuchar a mi hijo y a mi mamá, entonces dije: “¿Estará Cristian? ¿Cómo habrán hecho para traer a mi mamá?”. Pero jamás me imaginé que iba a salir a cantar Rafaela, y luego a bailar. Estoy muy emocionada, agradecida con la producción y con toda la gente, porque no me lo esperaba. ¿Cuál es la historia de la canción que interpretó Rafaela? Es una canción que le hizo Cristian a mi mamá, y entonces ella le da la bendición al principio (como se escuchó en el audio que puso la producción). Luego ella se la aprendió y me la vino a cantar a mí y se ve hermosa. Rafaela siempre me decía que quería venir porque veía el programa en Colombia, y yo le decía: “Yo te espero cuando tú quieras”, pero como no me contestaba el teléfono, yo no sabía, y ahorita ¡casi me da un infarto! Para las abuelas, los nietos tienen un significado especial, ya no implican la responsabilidad de los hijos... La verdad es que sí, te vuelves barco. Si uno es barco con cualquier niño, ¡imagínense con ella! Te roba el corazón, por- que además es una niña muy cariñosa, muy inteligente, muy buena, muy obediente, muy compañera, muy amiga. Y ya viene el Día de las Madres... ¡Este fue un regalazo! Ya vimos a Rafaela en el escenario y trae la vena artística... ¡Qué tal! ¡Cómo baila! Ese Daddy Yankee nos trae locas a las dos porque nos aventamos nuestras bailoteadas. También le gusta mucho el teatro; cuando estuve en la obra Aplauso se la aprendía de memoria, salía con los bailarines, conocía los pasos y tenía dos años. “ESTARÉ UN RATITO CON MI MAMÁ” ¿Cómo te has sentido en Pequeños Gigantes? Feliz. Este tipo de sorpresas me ponen muy rara. La vez pasada también me hicieron a Rosa Salvaje, el programa de la noche, y ahora me aparece la princesa. ¿Cómo celebrarás el Día de las Madres? Lo menos que puedo hacer es estar un ratito con mi mamá, nada más. Mucho más no pensamos hacer, no creo que venga Cristian porque anda trabajando. Y RAFAELA NOS DIJO: ¿Qué quieres ser cuando seas grande? De grande quiero ser cantante y artista como mi abuela, como mi papá. ¿Qué le dices a tu abuela Verónica Castro en el Día de las Madres? Le quiero decir que la amo, que la quiero y que le deseo feliz Día de las Madres, que se cuide mucho, que la pase con su hijo, y también deseo que mi abuela sea muy feliz conmigo. Ella es muy buena conmigo, mi mamá también; mi papá me quiere mucho y mi abuela también, me consiente mucho y me lleva a todos lados “TRATAMOS DE HACERLE UNA BONITA HISTORIA DE FAMILIA A RAFAELA” Platicamos con Paola Eraso, la mamá de Rafaela, y nos reveló que en todas las vacaciones siempre están juntas la pequeña y Verónica Castro, además de que ella se lleva de maravilla con Cristian, quien ha sido un papá presente para la pequeña de cinco años. “NOS LLEVAMOS MUY BIEN” Pao, cuéntanos cómo le organizaron esta sorpresa a Verónica... La planeamos a última hora porque nos llamó alguien de la producción para ver si era posible que la hiciéramos, ya que ellas no se vieron en vacaciones de Semana Santa. Hicimos el esfuerzo, nos vinimos, ensayamos lo que tenía preparado la producción y lo sacamos ahí, improvisado, pero muy bonita la sorpresa porque Verónica jamás se imaginó que estuviéramos aquí, ya que no habíamos hablado por teléfono con ella. ¿Qué tan unidas son con Verónica? Mucho, nos llevamos muy bien. Ella nos habla mucho y Rafaela y Verónica siempre están en contacto por el mismo tema de la distancia, que están lejos. ¿Cada cuánto se ven? En cada vacación: en las de mitad de año, en diciembre, Semana Santa... Para el cumpleaños de Vero siempre están juntas, es como su regalo; el papá le manda a la niña para el cumpleaños. ¿Entonces tú también tienes una buena relación con Cristian? Sí, superbuena; los dos somos cómplices, nada más que él tampoco sabía que veníamos, si no, le dañaba la sorpresa a la mamá. ¿Cristian convive entonces mucho con Rafaela? Sí, es como si estuviéramos en el mismo país, la distancia no es un impedimento. Siempre nos vemos y estamos tratando de hacerle una bonita historia de familia a Rafaela, ya que estamos separados. Vimos lo desenvuelta que es Rafaela en el escenario... Ella lo trae en la sangre. En realidad, esta es la primera vez que intentamos ver si le gustaba cantar, y estaba muy nerviosa, pero lo sacó superbién. Desde chiquita está acostumbrada a las cámaras y a la gente, entonces se le facilitó, pero lo que ella quiera hacer, a ella le gusta mucho cantar y bailar. ¿Ahora toma clases de algo? De piano, y apenas cumplió cinco años en abril. [
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