El cierre de la frontera con EU debido a la pandemia llevó a SERGIO MAYER a enfrentar una pesadilla que aquí nos relata
TEXTO: GABRIELA DE LOS SANTOS • FOTOGRAFÍAS: EDSON VÁZQUEZ, JAVIER ARELLANO, IG SERGIO MAYER
Sergio Mayer voló a Tijuana, Baja California, para encontrarse con su hija Antonia en la frontera. La joven se fue este año a estudiar a una escuela de Estados Unidos; se alojó con familiares, pero los altos índices de contagios y muertes por coronavirus en ese país obligaron su regreso. Ella llegaría al aeropuerto de San Diego, California, y su padre cruzaría la frontera para recogerla y volver a México. Ese era el plan, pero nada de eso sucedió. Justo al llegar a Migración le informaron al actor que no podía pasar debido a que la frontera estaba cerrada para los mexicanos; además, al ser su hija menor de edad, no podría pasar sola a este lado del país. La angustia comenzó, las horas transcurrían y los trámites comenzaron... Finalmente, luego de casi cinco horas, pudo reencontrarse con ella y volver a casa.
“ERA IMPORTANTE IR POR MI HIJA, ESTABA ATERRADA”
Terminó la travesía, ¿cómo se encuentran? Bien, muy contentos en casa retomando las cosas, la vida, todo... ¿Desde cuándo vive Antonia en Estados Unidos? Desde este año; está con su tía. Decidimos mandarla a un colegio de gobierno en Estados Unidos para reforzar el inglés y se despegara de todas las cosas materiales de México. Allá anda sola, no necesita apoyo de nada. Era importante para su crecimiento. ¿En qué momento tomaron la decisión de que regresara a casa? Cuando se suspendieron las clases por la pandemia y se empezaron a incrementar los casos. En un momento de crisis no hay mejor forma que estar unidos en familia. Ir por ella era importante. ¿Cómo vivió Antonia estos días? Muy preocupada, con muchos miedos por todo lo que veía y estaba pasando. Por eso quería estar aquí, con nosotros, con su hermana. Estaba preocupada, por no decir aterrada.
“ISSABELA IBA A IR POR ELLA PORQUE ES ESTADOUNIDENSE”
¿Qué hiciste? Hablaba con ella y le decía que iría para traerla, pero comenzaron a cancelarse vuelos, cerraron fronteras y eso complicó las cosas. Se empezó a poner muy crítica toda la situación, y mientras más pasaba el tiempo, era menos probable que la pudiéramos traer. ¿Cómo estaba tu esposa, Issabela? Igual, muy preocupada por lo mismo. Ella se iba a ir primero porque es estadounidense, pero yo tomé la decisión de ir por cualquier cosa y así buscar soluciones allá. ¿Te daba miedo regresar con el contagio del virus a casa? cTodo el tiempo está uno con esa preocupación, y aumenta tu riesgo si estás viajando o saliendo de casa, pero ningún riesgo limita las decisiones para estar o ir por tus hijos y recuperarlos. No hay nada que te detenga, y no la iba a dejar sola. ¿Cómo se dio este reencuentro? Ella estaba en San Diego, y lo único que tenía que hacer era ir al cruce fronterizo, en el aeropuerto. Ahí estaría yo para recibirla, ese era el objetivo, pero cuando llegué, lamentablemente pasó lo contrario. Yo iba a cruzar al lado estadounidense por ella y volveríamos juntos.
“TODO SE PUDO LOGRAR GRACIAS AL CÓNSUL”
¿Qué pasó? Cuando llegué allá me dijeron que no podía pasar. Solamente se podía si eras estadounidense, así que no me dieron el acceso, y eso ya me preocupó. ¿Qué hiciste? Les dije que sólo iba a recoger a mi hija, y me dijeron que se cruzara, pero como era menor de edad, no lo permitía migración, solo podía hacerlo si iba con un adulto y un familiar. Se puso peor la situación. ¿Cómo te sentiste? Frustrado y preocupado, pero me comuniqué con una amiga que me recomendó hablar a la cancillería, después a Relaciones Exteriores, y ahí me atendieron. Me contactaron con el Cónsul General de San Diego, y él mandó a una persona para que estuviera al pendiente; hablaron con las autoridades migratorias, hicieron los trámites y todo se pudo lograr. ¿Qué hiciste en todo ese tiempo? sperar. Estuve casi cinco horas del otro lado, hasta que finalmente saió mi hija y me la entregaron. ¿Qué pasará ahora? Ya todos estamos en familia por acá, eso es lo más importante.
¡SE DEFIENDE!
En redes sociales se comenta que fue fácil lograrlo por las “palancas” que tienes al ser político y figura pública... Se equivocan y opinan por opinar, sólo por hablar. He recomendado precisamente en redes que las personas que tengan un problema en el exterior, busquen a su consulado. Relaciones Exteriores tiene la obligación de ayudar a todos los mexicanos. Los que opinan no conocen de leyes. La realidad es que no me ayudaron por palancas ni por todas esas babosadas que dicen, sino por ser un mexicano que tenía problemas allá, y así se manejó; hice las cosas como se deben hacer, y no tiene nada que ver si eres político o tienes palancas o no. Yo los invitaría a que dejen de criticar si no conocen la realidad.
