BEGOÑA COTO y ALINNE SALINAS, diseñadoras de vestuario de ¿QUIÉN ES LA MÁSCARA?, nos explican cómo elaboraron los impresionantes trajes del show
TEXTO: NAYIB CANÁAN FOTOS: RUBÉN ESPINOSA, CORTESÍA
Dos jóvenes talentos del diseño en México viven su momento de gloria y reconocimiento. Y es que nunca antes Alinne Salinas y Begoña Coto han estado frente a un reto como el que implica ¿Quién es la máscara?, programa de Televisa que ha conquistado al público tanto por la originalidad de su formato como por los atractivos que incluye la producción de Miguel Ángel Fox. Si bien el panel de investigadores, las luces, el escenario y todo el montaje escénico han impresionado a los televidentes, los trajes que lucen cada uno de los 16 personajes participantes todavía tienen con la boca abierta a la audiencia, incluso hasta un equipo de productores coreanos que visitó el foro de San Ángel quedó atónito con la calidad de estos vestuarios fuera de serie, pues ni siquiera en la versión original, el talent show surcoreano King of Mask Singer, se lograron los niveles que alcanzó cada atuendo en esta adaptación mexicana que superó las expectativas.
“CREAMOS PERSONAJES MÁGICOS” La producción más ambiciosa de Televisa en lo que va de año guardó con recelo cada detalle para sorprender a los espectadores, y vaya que lo lograron. Las responsables de tan extraordinarias creaciones nos explicaron cómo fue el proceso de elaboración y la manera en la que obtuvieron el resultado que cada domingo vemos en la pantalla de las estrellas a partir de las 8:30 de la noche. “En un inicio, como todo proyecto, se maneja el secreto, nuestra misión era crear personajes mágicos, simpáticos, y no sabíamos para qué programa era. Nuestra jefa nos encargó unos personajes que pudieran cantar, bailar y que tuvieran una historia. Desde ahí sabíamos que iba a estar muy padre”, comentó Alinne. Por su parte, Begoña aseguró que cuando entró al proyecto le pidieron diseños con la misma idea: “fantásticos, que tuvieran personalidad. Y ya después vino el proceso de hablar con los productores para ver qué esperaban”. La diseñadora afirmó: “Para mí fue un reto grande porque yo lo que había hecho en Televisa eran telenovelas o series. Entonces tenía los conocimientos por mi carrera o por lo que la misma profesión te pide, pero en conjunto con Alinne, todo fue muy bien pensado, muy bien planeado, muy aterrizado con lo que los productores nos pedían y, al mismo tiempo, con las necesidades que iban surgiendo en cada prueba de vestuario”.
“SE HICIERON MÁS DE 30 PROPUESTAS” Ambas profesionales del diseño tuvieron la difícil tarea de escoger las telas, los colores adecuados, materiales resistentes, texturas de tapicería, de cortina, hasta de látex. Algunos personajes llevaban pedrería, plumas, alas y algunos accesorios como bambú. “Las telas debían ir acorde con los personajes, con su estilo. Por ejemplo, Panda no era un panda cualquiera, era un panda astronauta, pero viejo, entonces la tela debía ser avejentada. Se hicieron más de 30 propuestas, pero Miguel Ángel Fox iba decidiendo cuáles le gustaban y cuáles se apegaban a la personalidad de la celebridad. Nosotras nunca supimos quiénes eran los participantes; al momento de las pruebas no sabíamos de quién se trataba porque tenían rostrillo o malla, iban con la cara tapada. Lo que veíamos era su altura, la complexión, ellos no podían hablar, cualquier modificación era escrita o con señas”, reveló Salinas, quien tuvo sus favoritos al principio, pero ya luego terminó enamorándose de todos. El nivel de complejidad resultó igual para todos los personajes, así lo explicó Coto: “Todos, de cierta forma, fueron difíciles de elaborar. Había unos que tenían fajas, y debíamos tener agilidad para vestirlos en un tiempo mínimo; con quien más nos tardábamos era con Catrina”.
ALINNE SALINAS Antes de ¿Quién es la máscara?, la joven había trabajado en varios pro- gramas musicales y de variedades como La Voz... México, La Voz Kids y Pequeños Gigantes. Como anécdota, cuenta que nunca hubo algún tipo de diálogo con las celebridades, y que muchas de las pruebas se hacían en sus casas, por lo que el participante debía esconder fotos de la sala o detalles que pudieran arrojar alguna pista que diera con su identidad.
BEGOÑA COTO Tenía más experiencia en telenovelas y series, formando equipo en Tenías que ser tú, Sin miedo a la verdad, Me caigo de risa y Cita a ciegas. La diseñadora aplaude el trabajo de todo el personal que estuvo detrás de este reto: “Todo lo hicimos en conjunto con el taller de costura y sastrería de Televisa, donde hay más de 30 personas, más seis asistentes que teníamos y otros dos diseñadores que nos ayudaban”.