¡Clama justicia!
El payasito se ha ganado el corazón de chicos y grandes, todo gracias a que, como él mismo asegura, Dios le dio un talento especial para interpretar a este tierno personaje. Pero hay un estafador, Rodolfo Landa, que lleva rato haciéndose pasar por él. Harto de esta situación, y con todo el dolor de su corazón, Alberto Flores está procediendo legalmente contra él.
Háblanos de tus inicios...
Es una historia muy bonita. Vengo de una familia muy humilde y trabajadora a la que siempre quería hacer reír. Un día, un amigo mío iba a tener una fiesta y le dije: ?Quiero ser el payaso?. Él no quería, pero insistí y me dejaron presentarme.
¿Cómo le hiciste si no estabas preparado?
Corrí a mi casa, me puse el pantalón y los zapatos de mi papá. Mientras tanto, mi mamá me dio el poco dinero que tenía para comprar unas acuarelas y con ellas me pinté la cara. Cuando llegué a la reunión, la gente se empezó a reír y dije: ?¡Creo que soy bueno!?, pero después me di cuenta de que sus risas eran por otra cosa.
¿Cuál era el motivo?
Cuando hubo un poquito más de dinero, decidí comprarme pinturas de más calidad y la gente ya no se reía tanto. Fue cuando me di cuenta de que sus carcajadas no eran por la gracia que yo les causaba. Más bien era porque, como me maquillaba con acuarelas, éstas se cuarteaban y mi cara parecía la de un viejito.
Sin embargo, ahora alguien se está aprovechando de tu éxito...
A raíz de que empecé a salir en la tele comenzó a surgir una serie de imitadores, algo que para mí es muy bonito. Pero que uno de ellos use tu imagen y diga que es el original Chuponcito es un asunto grave, porque está dañando al personaje y engañando a la gente. Esta persona no sólo ha afectado al circo Hermanos Corona, donde me presento por temporadas, sino a las familias de los trabajadores y también al público que ya no sabe quién es el original.
¿Ya lo demandaste?
Lo han detenido dos veces, pero como tengo corazón de pollo, y también pienso en su familia, no he seguido con el proceso. No obstante, cuando te das cuenta de que la persona es cínica, no tiene ética, escrúpulos ni nada, es entonces cuando tienen que intervenir las autoridades y hacerse cargo. Ya le di muchas oportunidades, y creo que es momento de ponerle un alto.
SI QUIERES VER LA NOTA COMPLETA, ¡NO TE PIERDAS LA REVISTA DE ESTA SEMANA!
