Agua, aire, tierra y fuego, los cuatro elementos dentro de las grabaciones del último capítulo del melodrama en Huatulco
Texto: Gabriela de los Santos Fotos: José Luis Ramos
La bahía Tangolunda en Huatulco, Oaxaca, se convirtió en el escenario elegido por el productor Juan Osorio para cerrar con broche de oro las grabaciones de Mi marido tiene más familia, melodrama protagonizado por Zuria Vega y Daniel Arenas. El clima hizo de las suyas, casi 35 grados de temperatura cobijaban a los actores, quienes uniformados de blanco y formando un círculo en medio de la playa esperaron pacientes su turno para despedir a sus personajes. Los cuatro elementos fueron parte de este emotivo final que se transmitirá el próximo 24 de febrero a las 20:00 hrs. por las estrellas. Aquí se termina una historia, pero hay otras que siguen, como la de los “Aristemos”, quienes confirmaron su serie en la pantalla chica. Juan, ¿qué aprendizaje te deja este proyecto? Mucho, uno aprende a convivir con las personas, a respetar a los actores por ese gran entusiasmo y cariño al proyecto. ¿Cómo viviste esta historia? Cada una es un reto y un bebé diferente, pero en este momento, creo que éste nació muy fortalecido para compartir, y ahí están los resultados. ¿Cuál fue la clave? Siempre el respeto y la motivación, las cosas se fueron dando y somos muy afortunados; después de tres temporadas te debes sentir muy halagado. Termina esta historia... Ahorita les digo a todos: “Me faltan 24 horas para que me dejen de estar dando lata”... Es una broma. La verdad es que los voy a extrañar porque los quiero mucho a cada uno de ellos. ¿Cómo te cayó el chapuzón? En toda mi carrera nunca me habían bautizado de esa manera, y hoy se pasaron, me decía Daniel: “Por las buenas o por las malas”, pero es el mismo cariño que hay en el equipo.
JUNTOS HASTA EL FINAL. Joaquín Bondoni y Emilio Osorio cerraron este capítulo como unos profesionales. Siempre de la mano del productor, quien cuidó todo detalle.
EL FINAL DE LOS “ARISTEMOS” SERÁ CONMOVEDOR Llenos de amor. Así es como la pareja de Temo y Aristóteles seguirán su camino juntos rodeados del azul del mar y sellando sus inolvidables experiencias. La madurez será parte de este amor juvenil que contará con el apoyo de sus más cercanos, quienes los guiarán para enfrentarse a la sociedad y poder mostrar esta defensa a la diversidad de género. Emilio Osorio y Joaquín Bondoni realizaron las grabaciones en una isla ubicada a 10 kilómetros de la bahía donde se hospedó el elenco; las cerca de 25 personas que se encontraban de producción trabajaron bajo el sol de mediodía, pero ni eso los detuvo ni quitó el entusiasmo para que estos personajes se despidieran de su última escena junto a Arath de la Torre.
AMOR, ENTREGA Y FELICIDAD Las grabaciones corrieron con entusiasmo, buenas noticias y a la vez nostalgia. Horas antes de grabar la escena final, la telenovela se posicionó como lo más visto en televisión abierta con una audiencia de 4.6 millones, y para festejar, el productor se quitó la barba que había conservado durante varios meses. Tener a sus tres hijos (Sabrina, Miriam y Emilio) con él en este proyecto, la unión de los actores y la familia que formó con ellos lo hicieron sentir más que agradecido con esta historia: “Estoy muy orgulloso, no sé si me voy a morir, pero si me muero en este momento soy muy feliz”, aseguró Juan Osorio, a quien echaron al agua al dar el último claquetazo.
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