Te presentamos las FAMOSAS ALHAJAS que tiene una prima del cantante: “No son de un valor monetario importante, pero a él le encantaría tenerlas”
Texto: Daniela García Machorro Fotos: Lorena Della Torre, Web, Archivo
Hace unos días, Luis Miguel se presentó en Argentina. Ahí, una de sus primas, Lorena Della Torre, nieta de Carolina Renata Basteri, intentó acercarse al astro para entregarle un cofre lleno de joyas que le pertenecieron a Marcela Basteri, madre del Sol. Hablamos con ella vía telefónica hasta San Antonio Areco, provincia de Buenos Aires, para que nos contara cómo llegaron hasta su poder estas alhajas, conocer acerca de los primeros años que vivió la mamá del cantante en su país natal, pero sobre todo, su sentir sobre la tortuosa vida que llevó junto a Luis Rey, y la reacción de la familia al enterarse de que hay una mujer indigente de la cual tienen la certeza de que es la madre del artista. “NUESTRO TÍO ERA MUY CELOSO CON ELLA, LA TRAÍA CORTITA” ¿Cómo recuerdan a Marcela? Como una excelente persona, alegre, con un carisma muy especial, de perfil bajo, muy bonita. Era admirada por cualquier hombre, tenía muy buen cuerpo y, sobre todo, de personalidad hermosa. Todos tenemos recuerdos lindos, sobre todo mi abuela, Carolina Renata Basteri, que la adoraba. Incluso cuando se hablaba de ella era con lágrimas y voz entrecortada. ¿Cuáles eran sus sueños en ese tiempo? Le gustaban mucho los quehaceres domésticos; le apasionaba coser, cocinar y lo hacía muy bien. Era aplicada en todo lo que hacía; decía que quería una familia, soñaba mucho con eso. ¿Cómo se llevaba con su familia? Excelente. Marcela vivió con mi abuela en Lanús Oeste cuando llegó Argentina acompañada de mi tío Sergio Basteri. Luego él se fue a la provincia de Alejandro Korn y ahí conoció a mi tía Catalina, rentaron una cabaña y la regresaron a vivir con ellos. La pobre estuvo viviendo entre las dos familias. Se llevaban muy bien, pero nuestro tío era muy celoso, la traía cortita, no podía tener amistades; por eso en su adolescencia Marcela regresó. Cuando se regresó fue cuando le hicieron sus XV años, ¿cómo estuvo esa fiesta? Mi abuela se la organizó, fue una reunión familiar íntima, no fue la gran fiesta. Mi mamá, Hilda Martha Violeta, le prestó su vestido; estuvo muy orgullosa de poder usar la ropa de su prima. Estaba feliz, se divirtieron a lo grande; sólo fueron vecinas. Para ese tiempo estaba enamorada de Rubén Gargiulo, que fue su gran amor, pero no fue a la fiesta porque él vivía en Alejandro Korn. “TENGO UNA JOYITA ROJA QUE USABA MUCHO; SI LA VE, LA RECONOCERÍA DE INMEDIATO” ¿En qué momento Marcela les entregó las joyas? Cuando yo tenía 15 años. Esas joyas las tenía mi tío Sergio, y a su vez se las entregó a mi abuela Carolina cuando ella viajó a Italia para visitarlo porque estaba muy enfermo; fue en cama cuando le dio un cofre con estas alhajas. Cabe aclarar que no son de un valor monetario importante, son más bien de un valor sentimental profundo, pero estoy segura de que a Luis Miguel le encantaría tenerlas. ¿Cuál fue tu primera reacción cuando te entregaron estas prendas? No me sorprendió que me las dejara mi abuela, porque éramos muy cercanas, pero sí me impactó que fueran de Marcela. ¿Tienen algo escrito estos adornos? Sí. Tengo la medallita que le dieron en el convento de monjas donde estuvo antes de venir para Argentina; en su reverso dice en italiano: “Que la virgen te proteja”. Era su consentida, y estoy segura de que querría que la tuviera su hijo. También tengo una joyita roja que usaba mucho; si la ve, la reconocería de inmediato. ¿Por qué hasta ahora se las quieres regresar? Siempre lo tuve en la cabeza, mi idea fue encontrarlo aquí en Argentina y entregárselas, sólo a él o a sus hermanos, sin cámaras. Pero por cuestiones de la vida nunca lo hice. Sé que es muy difícil acercarse a él, por eso lo hice público, para que a través de los medios sepa que tengo las joyas perdidas de su madre. También le redactaste una carta explicándole, ¿pudiste entregársela? No, fui a su hotel ahora que acaba de venir a Argentina y no pude verlo. Se la di a uno de los encargados y me dijeron que harían lo imposible para entregársela a su seguridad o se la dejarían en su caja de seguridad. “LAS TÍAS CATALINA Y ADUA HABLARON CON ELLA PARA QUE DEJARA A LUIS REY” Por otra parte, ¿qué piensas sobre el maltrato físico y psicológico que vivió Marcela? No nos sorprendió para nada que lo dieran a conocer en la serie de Luis Miguel; fue un tema del que siempre se habló en la familia. Todos sabíamos de eso, mi tía Adua era la que más lo relataba; contaba sobre el sometimiento al que la tenía Luis Rey, y también un maltrato enmascarado a Luis Miguel. ¿Alguna vez le dijeron que lo dejara? Yo sé que la tía Catalina y la tía Adua hablaron con ella muchas veces para que lo dejara, para que se separara, porque él la golpeaba demasiado, pero le tenía mucho miedo; incluso llegaron a ser testigos de peleas muy fuertes que tuvieron en su casa en Italia. Como familia, ¿de qué manera han tomado el que se diera a conocer que fue ofrecida a hombres por su propio esposo? Todos hemos llorado al saber tantas cosas de Marcela, no sabíamos de eso; de lo que fuimos testigos era de la exigencia de Luis Rey a Luis Miguel para que trabajara a tal grado de que le daban pastillas para que rindiera. “LA FAMILIA SIEMPRE CREYÓ QUE LA TENÍAN SECUESTRADA” ¿Qué piensas de que Luis Miguel olvidó a su madre por su carrera? Mi abuela siempre dijo que la buscó muchísimo, nunca tuvo la certeza de que estaba muerta; lo que habló con ella es que creía que Marcela estaba viva, que sabía que no los abandonaría así de fácil, sabía que había algo turbio, incluso Adua nos contó que Luis Miguel le confesó que jamás perdonaría a su padre, pero nunca supimos qué fue lo que le hizo. ¿Tenían alguna hipótesis sobre el paradero de Marcela? La familia siempre creyó que la tenían secuestrada en algún lugar, que la había hecho esconder Luis Rey. ¿Creen que es Honorina Montes, la indigente que después fue hospitalizada? Si ves fotos de mis tías ya grandes y que se parecían mucho a Marcela, entonces no te queda duda. Esta señora también tiene el dedo mocho como ella, y tiene los lunares de la cara casi en el mismo lugar, el color de los ojos. Si a todos estos rasgos físicos le sumas que es la única que tiene vigilancia en el hospital donde se la llevaron, no la dejan salir y mucho menos permiten que se le haga un ADN, se presta mucho más a la especulación.