JORGE SALINAS nos revela las sorpresas que se ha llevado en las grabaciones de la serie UN POQUITO TUYO

Texto: Nayb Canaán Fotos: PHOTOAMC

Por la puerta grande y en horario estelar debutará Jorge Salinas en la pantalla de Telemundo. El galán protagoniza Un poquito tuyo, historia producida en México por Imagen TV y que llegará el 13 de mayo a Estados Unidos en una alianza de ambos canales. Interpretando a un exitoso padre de familia que, al tomar medidas drásticas para enseñarle a su familia los valores que han perdido como resultado de una vida privilegiada, se dará cuenta de que nunca es tarde para encontrar el amor verdadero. “DE VEZ EN CUANDO, LA HISTORIA ME SACA LÁGRIMAS” Te vemos nuevamente haciendo comedia romántica, ¿terminó gustándote? Más que una comedia romántica, ahora, por algunas diferencias que todavía no comprendo, le están llaman- do teleserie, y ésta tiene la peculiaridad de estar muy apegada a la realidad. ¿Qué quiere decir esto? Que no solamente es drama, pues en la vida también hay que reírse. La historia me gustó porque me puedo reír y porque de vez en cuando me saca lágrimas. Yo diría que es una tragicomedia, porque tiene la tragedia como tal, el dolor y la ligereza de una sonrisa. ¿Te cansaste de ser siempre el típico galán que vive sumergido en el drama? No, para nada. A mí me encanta el género de las telenovelas, y no es nada fácil estar en una cajita fría y hacer sentir a la gente. En el cine tienes la oportunidad de estar en una sala os- cura, con un gran sonido. En el teatro estás en vivo, pero en televisión hay muchos detractores, y en ocasiones las historias son muy repetitivas, entonces, resulta más complicado. En este caso tenemos una historia en la que los episodios son más cortos y la trama menos larga. Estamos procuran- do tener lo mejor y más avanzado en tecnología, en las cámaras, por ejemplo, y una iluminación no tan directa, sino más bien de rebotes. Eso hace que veas el cuadro perfectamente, arreglado, bonito, hermoso, como si fuera una película. Por todo ello es algo distinto, diferente a lo que es- tamos acostumbrados a ver, o por lo menos estábamos acostumbrados a hacer. Confieso que estoy muy emocionado con el proyecto, contento de que me hayan requerido. ¿Este personaje no se parece un poco al de Mi corazón es tuyo? Estuve haciendo telenovelas con diferentes personajes, con diferente interpretación de personajes, y con diferentes historias, aunque puede que existan similitudes en uno que otro papel. Pero este no es un personaje repetido, pues uno procura siempre hacer algo diferente, y esperemos que la gente vea ese resultado final.

“LA FELICIDAD NOS DA ENVIDIA” Dicen que hacer reír es más difícil que provocar lágrimas en televisión, ¿estás de acuerdo? Sí, totalmente. Todos los seres humanos nos compadecemos de quien sufre, pero no aceptamos al que ríe porque no aceptamos su felicidad; nos da envidia, y al darnos envidia ya no te acepto. Es crudo lo que digo, pero así es. A lo mejor cuesta trabajo hacer reír a la gente porque la comedia no está en hacerte el chistoso, sino en la escritura, en el libreto. ¿Cómo haces para que la comedia no se vea como una burla o un chiste? El secreto es cómo lo cuentas. Si tienes un buen guión va a ser más sencillo, y si tienes un mejor editor, pues ya ganaste, porque el tiempo es lo que hace la comedia, o sea, debe ser rápida. ¿Cuánto tienes de este rol tan paternal? Tengo mucho de todos mis personajes. De este en particular, el amor por mis hijos, por la familia. Tengo el compromiso por hacerles saber que su herencia es la educación; el deber de hacerles ver que el amor es gratis, no se tiene que mendigar, no tienes que hacer cosas para conseguirlo. ¿Es cierto que Marjorie de Sousa te intimidó? (Risas). No, eso se lo inventó ella. A mí quien me intimidó fue Lorena Herrera; con ella había trabajado hace mucho tiempo, y es una señora muy seria, pero me ha ido muy bien en este reencuentro porque tiene una gran facilidad para hacer comedia, me divierto mucho con ella. A Marjorie la conocí en Mariana de la noche; yo protagonizaba con Alejandra Barros, ella estaba haciendo su primer proyecto en México, y cuando llegó vi a una mujer muy bella, una modelo, con ganas de aprender, y ahora me doy cuenta de lo mucho que aprendió. No ha cambia- do, sigue siendo una buena persona, o por lo menos la persona que yo conocí y me llevo muy bien con ella. Yo no sé por qué alguien le podría tener miedo a Marjorie.