Ante los rumores sobre su estado de salud, FERNANDO DEL SOLAR aclara a TVyNovelas: “TRAIGO PROBLEMAS EN LA GARGANTA Y NO PUEDO HABLAR”
TEXTO: GRISEL VACA FOTOS: CANAL YOUTUBE TODO UN SHOW, ARCHIVO
La ausencia de Fernando del Solar la semana pasada en el programa Todo un show levantó los rumores sobre una posible recaída en su estado de salud, despertando las sospechas de que podría haber regresado el cáncer; afortunadamente no fue así. TVyNovelas se puso en contacto con el conductor, quien aclaró que estuvo fuera de circulación por unos días debido a que no podía hablar por “problemas en la garganta... como estoy afónico y ronco, no puedo trabajar. Eso es todo”, y explicó que ya estaba en revisión con un especialista. Cabe destacar que la vida del conductor se transformó por completo en julio de 2012, cuando le diagnosticaron linfoma de Hodgkin (un cáncer que comienza en los glóbulos blancos llamados linfocitos que forman parte del sistema inmunológico del cuerpo), pero gracias a su actitud positiva, además de los tratamientos e intervenciones médicas, pudo salir adelante, regresando con toda la energía a la pantalla chica, primero por una breve temporada en el programa Hoy, y recientemente se incorporó al programa de TV Azteca, donde comparte créditos con Cynthia Rodríguez, Roger González y Laura G.
FUERA DE CIRCULACIÓN Desde el miércoles 26 de junio al lunes 1 de julio, Fernando del Solar se ausentó del programa Todo un show por cuestiones de salud. El conductor explicó a TVyNovelas que ya estaba en revisión con un otorrinolaringólogo. LUNES 24 DE JUNIO “Fíjense que el fin de semana dormí desnudo, creo que por eso ando un poco mal de la garganta”... explicó Fer del Solar al inicio del programa Todo un show. MIÉRCOLES 26 DE JUNIO “Mi querido Fer sigue muy malito de la garganta, le pedimos que descansara hoy, mañana estará con nosotros”.
“LO QUE SE VE NO SE JUZGA” En nuestra edición 35, en septiembre de 2016, visiblemente recuperado, el argentino concedió una entrevista a TVyNovelas en la que abrió su corazón y compartió su experiencia tras las batallas que enfrentó desde que apareció el cáncer en su organismo. ¿Cómo estás de salud? Como dice Juanga: “lo que se ve no se juzga”. Creo que me veo y me siento bien. Hace mucho que no me sentía así, hay muchos detallitos todavía, sigo en quimioterapias, pero ya empecé a hacer un poco de ejercicio, a caminar, andar en bici, agarrar unas mancuernitas con poco peso para tonificar, y estoy comiendo bastante. ¡Me siento con ganas! Podemos decir que ya venciste la enfermedad... Pues mira, papelito habla, y el doctor aún no me ha dicho que estoy dado de alta. Así que hasta que no me den el papelito, no quiero cantar victoria, pero siento que ahora sí voy de salida. ¿Cuánto tiempo te falta? No hay fecha, se llama “hasta máxima respuesta”, es decir, le damos hasta acabar con la enfermedad. Vemos que ya no traes el oxígeno... No, gracias a Dios. Cuando salí del hospital, a principios de este año, estaba a un 30 por ciento de mi capacidad pulmonar, por eso utilizaba oxígeno, pero ya estoy al 70 otra vez y me siento mucho mejor. ¿Cómo fue la primera vez que te dijeron que tenías que usar el oxígeno? No es que me lo hayan dicho, desperté en el hospital y ya tenía el tanque puesto, de lo contrario, no podría vivir, así de plano. Estaba todo entubado, y cuando desperté también estaba oxigenado, ni siquiera me preguntaron. Recuerdo que cuando abrí los ojos sólo agradecí por seguir con vida. Estuve 10 días en coma, y una vez que me desperté di gracias. ¿Tuviste algún sueño cuando estuviste en coma? Fíjate que el único sentido que no se pierde cuando estás en este estado es la audición. Así que más que un sueño, tuve muchas alucinaciones. La sensación es como si tuvieras la cámara prendida en REC, pero en pausa y sin casete. Es decir, está pasando todo pero no lo puedes guardar, no hay memoria; sin embargo, estás escuchando y está sucediendo. Cuando regresas, o bien, cuando te vuelven a prender, sólo son como alucinaciones y están bien locas. ¿Qué alucinabas? Que me habían cortado el pie y otras cosas horribles. ¿Recordabas a tus hijos en ese momento? No. Lo que pasa es que en ese momento no estás consciente y no registras las cosas en la cabeza, no están en el plano racional. Así como suceden, te entran por un oído y te salen por el otro. Estás como en el limbo, fuera de la realidad.
