El amor de Angelique Boyer por los bikinis, además de su carisma y talento, la han colocado como una de las actrices más queridas y sensuales
Monique Paulette Boyer Rousseau, mejor conocida como Angelique Boyer, es una de las actrices más queridas de la pantalla chica desde su debut en el 2004 en Corazones al límite.
Tras varios protagónicos como Teresa, Lo que la vida me robó y Tres veces Ana, la joven se convirtió en una de las favoritas del público y poco a poco en un sex symbol.
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Angelique Boyer no se sentía cómoda con su cuerpo, por lo que se sometió a dos cirugías de aumento de busto.
Pero juró no volverse a someter a una operación como esa, ya que tuvo una dolorosa recuperación que le dejó un “trauma”.
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“Más que lo que puede llegar a doler, es lo incómodo que uno puede sentirse y lo que viene después, que la espalda se te entume y no puedes caminar ni levantar los brazos… Es una rehabilitación, pero vale la pena”, declaró en el pasado a los medios de comunicación.
Pero no todo es productor del bisturí, Angelique Boyer ha hablado de su gusto por hacer yoga, pues además de mantenerla en forma la ha fortalecido de mente y espíritu, y de comer saludable, a pesar de fumar, adicción que le molesta a su pareja, Sebastián Rulli.
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Los resultados de una estricta dieta y ejercicio continúo son visibles en su cuenta de Instagram, donde comparte instantáneas de sus múltiples visitas a la playa, destino que le gusta mucho.
A raíz de que comenzó su relación con Rulli, Angelique Boyer le ha tomado gusto a los deportes extremos, mismos que han dejado de lado tras pasar la cuarentena juntos, pues al igual que millones de personas en el mundo, no salen de casa.
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