ALICIA MACHADO guarda los mejores recuerdos de su romance: “Nunca estuve enamorada de él, pero nos divertimos mucho”

TEXTO: NAYIB CANAAN • FOTOGRAFÍAS: RICARDO CRISTINO, OCESA, WEB, ARCHIVO TELEVISA

Regresó a México como a ella le gusta: haciendo bastante ruido. Definitivamente, AliciaMachado es show, y todo lo que sale de su boca tiene eco. La actriz venezolana volvió a suelo azteca para integrarse a la obra Divinas, en la que comparte escena con su amiga Gaby Spanic. La ex Miss Universo radicada en Los Ángeles también espera concretar ofertas en televisión y cine, por lo que estará ocupada en audiciones y reuniones. Durante la promoción de su proyecto teatral nos compartió cómo vive este retorno luego de tres años, su proceso con el cáncer de mama, y aclara sus comentarios hacia Donald Trump sobre la situación de su natal Venezuela. La artista nos habla de todo, sin censura, desde el padre de su hija hasta Luis Miguel, pasando por la desafortunada situación de su papá, que vive ya sus últimos días.

“TENGO UN PAR DE AÑOS BATALLANDO CON MI SALUD”

¿Qué te trae de vuelta a México?

Vine a trabajar, después de tres años y algo, cuando hice la telenovela Lo imperdonable. En Divinas comparto roles con grandes compañeras, entre ellas, la señora Lupita Ferrer, quien es para mí una gran referencia en mi carrera. Yo crecí con sus telenovelas en Venezuela, y estar en teatro con ella es un privilegio.

Vienes muy sexy, hasta provocadora... Pues sí, ¡ya me tocaba! Tengo un par de años batallando un poco con mi salud. Fueron situaciones que mermaron un poco mi feminidad, mi sensualidad y mis ganas de sentirme mujer, pero ya estoy de salida, estoy sana. El 2018 fue un año de muchos tratamientos, chequeos... Ya retomé el gimnasio y muchas cosas de mi vida cotidiana. Es que a la gente le gusta verme así, y no sé cómo voy a hacer para envejecer (risas).

¿Te refieres al cáncer?

Sí. Desde el 2013 hasta el año pasado fue un proceso muy complicado el que viví con el cáncer de mama. Fueron muchos tratamientos, quimioterapias, pero ya estoy fuera de peli- gro. El cáncer nos afecta a las mujeres de muchas maneras, y una de esas es en el autoestima, en la seguridad. Me afectó mucho porque sentí que nunca más me iba a sentir coqueta. Mi última operación fue en noviembre de 2017, me la hicieron en Beverly Hills para re- construirme los senos. ¡Me quedaron como de 15 años!

¿Cuál fue el momento más difícil que enfrentaste con la enfermedad? El momento más duro es cuando debes ocultarlo. Debí hacer hasta lo im- posible para que la prensa no se diera cuenta, para que mis fanáticos no supieran nada. Cuando me detectaron la enfermedad yo estaba trabajando en una serie en Colombia. Ese proyecto se llamaba La Madame, y la grabé en medio de mis tratamientos. Obviamente me afectó porque na- die quiere contratar a un enfermo, y más en este negocio que es tan duro. Muchos productores no quieren lidiar con alguien que tiene un problema de salud. Por eso lo oculté, porque estaba en un momento profe- sional muy importante.

¿Te llegaron a discriminar? No, pero sí temía que me fueran a quitar el trabajo, que me fueran a inhabilitar; no quería que me tuvieran lástima. Afortunadamente no fue un cáncer tan agresivo, y al final no sé cómo lo hice, pero le gané la batalla.

“BESARÍA A TRUMP CON DOS BOTELLAS DE TEQUILA”

¿Cuál fue tu mayor fortaleza para vencer el padecimiento? Sin duda alguna, mi hija, Dinorah Valentina, que es una muñeca, una niña inteligentísima. Está en un grupo de niños genios, es matemática. Gracias a Dios no me va a salir artista. Ella es todo, es mi centro.

¿Durante la enfermedad pensaste en buscar al papá de tu hija? Es que yo nunca lo he buscado porque nunca lo he perdido. O sea, él está ahí, tiene contacto con su hija. Es lo único que puedo decir.

Dijiste que serías capaz de besar a Donald Trump si termina de sacar al presidente de tu país, Nicolás Maduro, ¿realmente lo harías?

Sí, y lo vuelvo a decir: “Lo besaría”, aunque necesitaría dos botellas de tequila (risas). Sé que llevó 22 años hablando mal de Donald Trump, pero esto es otra cosa.

La situación en Venezuela está muy complicada, ¿de qué manera apoyas a tus compatriotas? Llevo mucho tiempo ayudando de mil maneras; pertenezco a varias organizaciones que respaldan a los venezolanos. Trabajo, por ejemplo, para conseguir medicinas, alimentos... Estoy consiguiendo más de un millón de dólares en productos farmacéuticos para diferentes hospitales de Venezuela. Esa fue también una de las razones por las que fui hace poco para allá. Esa es la manera en la que intervengo.

¿Cómo viste tu país después de 10 años sin ir? Muy mal, eso no es un secreto, pero fue un viaje muy rápido por mi propia seguridad. Sin duda, un riesgo por muchas razones, pero me atreví a ir porque mi papá está, quizás, en sus últimos días de vida. Y yo no quería que él se fuera sin yo poder verlo antes.

¿Qué tiene?

Muchas afecciones; le han dado muchos derrames cerebrales, y ese fue el motivo más importante de mi regreso. Hablé mucho con él, había cosas qué arreglar y se arreglaron; tenía como 10 años sin verlo. Me vino a visitar cuando el baby shower de mi hija, y ya luego yo le llevé a la bebé. Como mujer necesitaba sanar esa parte de mi vida; siempre tuve una relación muy especial con él, yo soy su única hija, en mi casa soy la reina, la artista. Mi papá fue quien me apoyó en los concursos de belleza, me inscribía en ballet y en to- das las disciplinas artísticas que yo quería. Fue mi gran apoyo en Miss Venezuela y yo necesitaba que supiera que no está solito, que siempre voy a estar ahí, así sea desde la distancia.

“ME HE ENAMORADO SÓLO TRES VECES”

En la obra Divinas hay una parte en la que tomas una foto de Luis Miguel y lo recuerdas con nostalgia. ¿Está inspirado en tu vida?

No. Fue idea del productor, Daniel Ferrer. Yo no viví una situación así con Luis Miguel porque mi relación con él no fue emocionalmente tan importante.

A estas alturas, ¿conservas fotos de él o nunca las tuviste? Sí, hay alguna en mi casa, pero no sufrí por él así como se refleja en la obra. Me he enamorado sólo tres veces en la vida profundamente hasta el tuétano, de esas que no sabes ni cómo te llamas.

Entonces, ¿una de esas tres veces no fue de él?

No, no; éramos unos jovencitos, eso fue hace mucho tiempo. Él tiene un lugar muy especial en mi corazón porque me apoyó mucho en mi reinado, me daba consejos sobre la fama y el mundo del espectáculo, pero es parte del pasado.

Sin embargo, lo recuerdas porque va a estar en el libro que próximamente lanzarás...

Claro que lo recuerdo. Uno recuerda a las personas que han estado en nuestras vidas en algún momento. Además, él es una gran persona, con- migo se portó muy bien.

¿Te gustaría que en la segunda temporada de su serie recrearan la relación de ustedes?

Me encantaría; yo no tengo problemas con eso. Por ahí, alguien cercano a la producción me dijo que estaban pensando en tocar ese episodio, y yo feliz de que me saquen en los yates recorriendo Acapulco, porque eso fue lo que nosotros vi- vimos. No tengo miedo de que eso se haga público en la serie, porque nunca tuvimos una pelea, una polémica. No creo que vayan a inventar algo que no sea cierto. Él es un caballero y sabe muy bien cómo ocurrieron las cosas, si es que se acuerda. A lo mejor ni se acuerda de mí. Pero lo que vivimos siempre fue la fiesta, la diversión. Yo conocí Acapulco por él.

¿En esa época te cantaba Por debajo de la mesa?

(Risas). Sí, claro, me cantaba esa y otras más. Yo lo acompañé, incluso, a grabar. Es un chavo muy talentoso.

“NUNCA HE VIVIDO CON UN HOMBRE”

“Sigo soltera y sin compromiso, aunque me han dado ya tres anillos, pero cuando los fui a devolver no me los aceptaron. Yo sigo creyendo en el matrimonio, en la familia convencional, aunque nunca he vivido con un hombre porque siempre he tenido mi casa. Quiero un hombre que no sea del medio artístico. Me gustaría un empresario, inteligente, un tipo trabajador, honrado, luchador, lleno de valores”.